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Hace unas semanas fue noticia la intención de Clint Johnson ―alcalde del condado de DeBary (Florida)― de viajar a Cuba y regresar posteriormente desde la Isla en una improvisada embarcación, similar a una balsa.
Según explicó entonces, su intención es experimentar lo que sienten los miles de balseros cubanos que cada año hacen esa peligrosa ruta.
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La noticia hoy es que Johnson, quien no ha hecho caso de las advertencias de la Guardia Costera de EE.UU., ha explicado que seguirá adelante con su plan, que piensa llevarlo a cabo a mediados de abril.
Tras haber estado navegando durante el pasado fin de semana en una embarcación rústica en la costa norte de Daytona Beach, Johnson ha afirmado con certeza en unas fotos publicadas en Instagram:
La práctica en el océano está completa…Cuba es lo próximo.
En su perfil de facebook también ha dejado evidencias de lo que podría considerarse su entrenamientos
Lo que tal vez sorprende un poco es el sentido “exótico” que Jonhson encuentra en una actividad que es mucho más dramática de lo que a él le parece.
En marzo, comentaba al diario The Daytona Beach News-Journal:
Me encanta salir de aventura, amo vivir de manera diferente y de hacer cosas que normalmente no se hacen.
El alcalde planea viajar en avión a Cuba y llevar consigo algunos insumos y conseguir en la Isla el resto de materiales que necesita para construir su balsa, con la que espera realizar ―en dos días―el trayecto a remo hasta Cayo Hueso, en el extremo sur de la Florida.
El alcalde aún no ha decidido si irá escoltado por otra embarcación, pues desea que su viaje sea lo más auténtico posible.
Esas personas se merecen que se cuente su historia
dijo en marzo a EFE en una entrevista telefónica desde DeBary, una ciudad que tiene menos de 20.000 habitantes y que se encuentra en el Condado de Volusia, a unas 25 millas al norte de Orlando (Florida).
Con 28 años de edad, Johnson se convirtió en el alcalde más joven en la historia de ese condado cuando resultó electo en septiembre de 2014.
Clint Johnson ha dicho a medios locales de prensa que no quiere desafiar a las unidades de rescate de la Guardia Costera, pero señaló que no existe nada que le prohíba retornar de esa forma a Estados Unidos. En su página web, publicó hace unos semanas lo siguiente:
Finalmente conseguí una licencia para visitar Cuba a mediados de abril. Regresaré a Florida flotando en una balsa sin motor para compartir mi experiencia y valorar los pros y los contras de una relación más abierta con nuestro vecino a 150 km al sur.
“No se conoce mucho de la ruta que toman (los balseros) y hay poca información sobre lo que tienen que enfrentar estos hombres, mujeres y niños para llegar acá”, señaló el joven alcalde, de 30 años, que se define como “empresario, aventurero e inconformista".
Miles de cubanos se lanzan en precarias embarcaciones a cruzar el Estrecho de la Florida para tratar de alcanzar tierra estadounidense, donde las actuales políticas migratorias los benefician si logran desembarcar.
El temor a que terminen esas ventajas a partir del acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos, es lo que ha disparado el número de balseros en los últimos meses.
Las autoridades estadounidenses han reiterado, no obstante, que de momento no hay planes de modificar las leyes migratorias.
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