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Un artículo publicado en “The Jerusalem Post” ha revelado que Israel ve con buenos ojos la reciente reconciliación entre Estados Unidos y Cuba.
Según declaraciones de Modi Ephraim ―jefe de la división de América Latina y el Caribe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel― es de esperar que en un futuro cercano también se restablezcan los vínculos entre Israel y Cuba. No obstante, precisó que actualmente no hay conversaciones en curso con los cubanos para restablecer los lazos.
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Cuba es uno de los cuatro países de América Latina con los que Israel no mantiene relaciones diplomáticas formales; grupo que integran además Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
A pesar de la falta de relaciones diplomáticas entre ambos países, Ephraim ha precisado que los contactos de pueblo a pueblo entre Cuba e Israel no han faltado nunca: especialmente en la salud, la cultura y la agricultura. Además, considera que es un destino para los turistas israelíes.
A pesar de ser un país pequeño y de tener una difícil situación económica, Ephraim opina que la Isla tiene influencia en los países sudamericanos debido al “impulso revolucionario del país”, y señaló que el acercamiento con los EE.UU. también ha mejorado las relaciones entre los EE.UU. y América del Sur.
Mientras que numerosos líderes latinoamericanos han visitado Israel en los últimos años, ningún primer ministro israelí ha visitado América Latina. Algo que espera que para 2016 ó 2017, cambie, y tenga lugar al menos una visita a México o Colombia, que son dos de los mejores amigos de Israel en América Latina.
Interrogado acerca de si la falta de una visita de un primer ministro a América Latina es importante, Ephraim comentó que
una de las cosas más importantes en la diplomacia es la reciprocidad.
En lo que respecta a Cuba, habrá que esperar lo que pueda suceder en los próximos meses, pero lo cierto es que la relación entre ambos países ha estado complicada desde los inicios.
En 1947, Cuba fue el único país latinoamericano en votar en contra de la creación del Estado de Israel en la Asamblea General de la ONU. Entonces Ramón Grau era el presidente de la Isla .
Esa posición no contaba con apoyos políticos ni sociales en Cuba, donde fuerzas políticas del gobierno y oposición veían con simpatía el movimiento sionista. Por ese motivo, en 1949 Cuba reconoció el Estado de Israel y votó a favor de su ingreso en la ONU.
Durante la dictadura de Batista (1952-59) ambos países vivieron una apertura de relaciones diplomáticas, con una posición neutral de los cubanos en relación con el conflicto árabe-israelí. En esos momentos comenzó la emigración de parte de los 15.000 judíos censados en la Cuba de entonces a Israel (hoy rondan los 1.500).
Al llegar Fidel Castro al poder, se abrió un tiempo inicial de amistad entre los dos países hasta mediados de los años 60. Cuba cultivó sus relaciones de forma paralela con Israel y con los países árabes. Aunque ambos países pertenecían a alianzas internacionales enfrentadas, construyeron un espacio bilateral de cooperación.
Sin embargo, en 1973 Fidel Castro decidió romper relaciones con Israel durante la celebración en Argel de la "Cumbre de Países no alineados", como consecuencia de las presiones árabes para que aceptara la dialéctica anti israelí. Los años siguientes estuvieron marcados por la hostilidad bilateral.
Entre los gestos aperturistas más notables en la relación con Israel, durante el período raulista, ha estado la visita realizada por Raúl Castro a la principal sinagoga de La Habana (2010), tocado con una kipá, para la celebración de la Hanukkah. Fue un acto retransmitido, incluso, por la televisión cubana.
(Imagen tomada de Haaretz)
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