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En una publicación aparecida en la tirada dominical del diario Expansión, el empresario mexicano Enrique Alcazar ofrece en entrevista al diario una serie de declaraciones acerca de la posibilidad de invertir en Cuba "ahora" antes que otras empresas estadounidenses se apoderen del mercado cubano, y recomienda aprovechar las buenas relaciones entre México y Cuba y la reciente apertura económica del Gobierno castrista.
“Cuba es un destino muy atractivo por la cartera de posibilidades que tiene”, dice Alcázar, director de la consultora Alcázar y Compañía, en entrevista con Expansión. “Pero si se quiere invertir allí, ya sea con empresas o franquicias, tiene que ser ahora”, agrega.
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Luego que el Gobierno cubano publicara en 2014 una Ley de Inversión Extranjera (Ley No. 118), en la que dio a conocer las áreas de oportunidad prioritarias, priorizando los sectores agroalimentarios, petróleo, y, por supuesto, el turismo, numerosas empresas mexicanas se lanzaron a invertir en la isla.
“Hace mucho que exportamos a Cuba, pero no hemos explotado todo el potencial que tiene, pues exportamos muy poquito. En Cuba quizá entramos en 1995, llevamos más de 10 años. Lo difícil no fue entrar, sino conseguir un distribuidor”, comenta Rafael Celorio, director general del fabricante de alimentos "La Costeña".
Una de las primeras movidas que hizo Enrique Peña Nieto apenas asumió la presidencia de México, fue restablecer relaciones con el gobierno de Raúl Castro, ya que durante el mandato del PAN éstas se vieron cerradas prácticamente.
“Hay mucho interés del sector empresarial mexicano de estar presentes activamente en Cuba en la coyuntura del relanzamiento”, dijo el embajador de ProMéxico en la capital cubana, Luis Cabrera.
“A partir de ahí hemos estado promoviendo, acompañando y apoyando proyectos de exportación, básicamente a través de contacto directo con las empresas”, agregó. La ventaja para los mexicanos, dice Cabrera es que en Cuba encontrarán una mano de obra joven, calificada y dispuesta.
En 2015, el comercio total entre México y Cuba fue de 368.5 millones de dólares (mdd). Los productos de mayor exportación hacia la isla el año pasado fueron los alimentos, como grasas y aceites vegetales o leche en polvo, y productos de limpieza.
Por supuesto, no todo es tan amable. Como en todos lados, existen riesgos, y hay inversionistas aún temerosos.
“Todo país del mundo tiene riesgo para los inversores. El Estado cubano tiene una dualidad, intenta proponerse como opción para los capitalistas, pero se maneja como socialista”, explica Arturo González, profesor de Competitividad Internacional de la Universidad Iberoamericana.
“No es un mercado anárquico, no te van a expropiar de repente, pero es importante notar que esta apertura no es como la de los países soviéticos, es distinta porque Cuba no ha cerrado la puerta al sistema socialista”, expresa.
El especialista de la Ibero considera que este es un buen momento para invertir, si lo que buscas es abrir “algo pequeño”.
“Para poner grandes plantas e inversiones, a mí me parece que necesita pasar un poco más de tiempo, porque el Estado socialista cubano subsiste porque subsisten las restricciones a ciertas industrias, como las telecomunicaciones”, apunta.
Lo primordial “es buscar asesoría con la embajada, ProMéxico, y un abogado especializado, porque la burocracia, las leyes y las monedas de Cuba pueden resultar confusas y toman bastante tiempo. Y el momento para hacerlo es ahora”, afirma Enrique Alcázar.
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