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Seguramente así respondería Frank J. del Rio, un ejecutivo cubano americano residente en Coral Gables. Un hombre que declaró de taxes el año pasado casi 32 millones de dólares.
Tiene – como se diría en buen cubano – “todo el baro del mundo”. Pudiera, no solo rentar la mejor cabina de un crucero; pudiera incluso alquilarse un crucero él mismo. De hecho, no tiene ni que hacerlo. Es el C.E.O de Norwegian Cruisers, y pudiera viajar en ellos a cualquier lugar del mundo menos a Cuba. ¿La razón? Ya está dicha: Frank es cubano-americano.
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Claro, que probablemente en casos así las autoridades cubanas pudieran hacerse los de la vista gorda. ¿O no?
¿Qué pasará con Norwegian? Nadie sabe. Por lo pronto es Carnival (otra compañía de cruceros) la que ha sucumbido a las presiones del régimen de la Habana. NINGUN CUBANO PUEDE VIAJAR EN CRUCERO DESDE MIAMI A LA HABANA. Parece una perreta. ¿Lo es?
Lo cierto es que la medida tiene que ver mucho con el secuestro de varias naves marítimas; hechos ocurridos hace una decena de años y que decretaron la medida emergente del gobierno de prohibir el acceso a los cubanos a todo tipo de embarcación marítima.
Un grupo que representa a 62 líneas de cruceros en el mundo expresó su preocupación por estas prácticas discriminatorias que prohíben a cubanos-americanos viajar en cruceros a su propio país. Sí, usted escuchó bien. ¡A su propio país! De hecho, trasladaron "la demanda" al propio Departamento de Estado, quien en un breve comunicado expresó que “estaban conscientes del problema, y estamos tratando con las autoridades cubanas el asunto.” La propia compañía Carnival también dijo lo mismo. Pero ¿aceptarán el reclamo las recelosas autoridades cubanas?
Mientras, y para evitar más pedradas al tejado de vidrio, Micky Arison, el dueño de Carnival y de los Heat de Miami, dijo que “por supuesto, era responsabilidad de la compañía respetar las regulaciones y leyes de los países a los cuales viajamos” Una explicación que intenta justificar por qué el primero de mayo, cuando zarpe el primer crucero hacia Cuba desde las costas de Miami, a bordo no viajará ningún cubano–americano nacido en la propia isla de Cuba.
Sí, usted ha oído bien. NI AUNQUE HAYA NACIDO EN LA PROPIA ISLA DE CUBA.
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