Vídeos relacionados:
El grupo Meliá, la compañía española que en los años 90 desafió la ley estadounidense Helms Burton y decidió ponerse los pantalones y comenzar a construir hoteles en Cuba, e impulsar el turismo extranjero en la isla, ha sacado – al fin – una ganancia, no solo monetaria, sino también moral.
Veinticinco años después que construyera su primer hotel en Varadero, Meliá puede respirar tranquilo. Las flexibilizaciones que el gobierno de Barack Obama ha implementado con respecto a Cuba, no sólo le ha propiciado a Meliá que el pasado año facturase más de 435 millones de dólares, la mayor cifra de facturación conseguida por la cadena hotelera española en un solo ejercicio en el país, sino que también ha consolidado su presencia y permanencia futura.
Lo más leído hoy:
Meliá, quien cuenta actualmente con 29 hoteles en la isla, para un total de 12.552 habitaciones, registró, según cifras, 5,7 millones de estancias, con un promedio medio de ocupación superior al 70%. Entre los visitantes… bueno, casi todos los personajes de jet-set que han viajado a la isla próximamente se han hospedado en hoteles de la compañía. De hecho, el Melía Habana ya no tiene espacio en su mural de “famosos que nos visitan” para colgar una foto más. ¿Los últimos? ¡Los mismísimos Rolling Stones!
Y aunque todo parece pintar de maravillas para las empresas españolas – y aunque no crea que las autoridades cubanas sean tan malévolas de abandonarles ahora que "vienen los yumas" – la mejoría de las relaciones entre La Habana y Washington podría significar una dura prueba para ellos, los españoles, pues ahora tendrían una fuerte competencia, con un sólido respaldo financiero detrás. Además del espaldarazo tradicional que los poderosos suelen darle a las “economías emergentes.
Meliá, al parecer, no le teme a la llegada de Marriot, Hilton, o Wyndham y en su último informe financiero lo ha dicho por las claras:
"En un escenario progresivo de reconstrucción de relaciones entre Cuba y Estados Unidos; (…) podemos prever un importante crecimiento del negocio turístico en el 2016, del que la reanudación de los vuelos regulares directos a partir del segundo semestre es tal vez el elemento más emblemático".
La compañía espera alcanzar incluso cifras superiores a los 480 millones de dólares.
Para ello, ha apostado y fuerte a su presencia en Cuba en los próximos años. Abrirán el Meliá Internacional de Varadero (1174 habitaciones, en 2018), y construirán – al fin - el Meliá Trinidad (400 habitaciones en 2018).
El grupo además estudia la posibilidad de introducirse en “el casco histórico de La Habana", algo a lo cual, hasta ahora, por alguna razón no habían hecho.
Archivado en: