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Con al menos 342 votos, la Cámara baja del Congreso de Brasil, en votación efectuada este domingo, decidió que se podrá iniciar un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff por cargos de manipulación de las cuentas presupuestarias. Si Dilma es destituida, se pondrá fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
Brasil vive su peor recesión desde los años 30, y esta crisis política, ha dividido de manera más que notable al país sudamericano. La peor parte fue la profunda "riña política" entre Rousseff y su vicepresidente, Michel Temer, quien será la persona encargado de sucederla al mando del país si en definitiva es destituida.
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El sábado, Dilma parecía haber recuperado el apoyo de algunos legisladores indecisos, y con ello pretendía evitar ser sometida a un juicio político en el Senado, pero ya todo (o casi todo) quedó decidido este domingo.
Rousseff, de 68 años, al parecer será sometida a un juicio político que implica su separación transitoria del cargo, si al menos 342 legisladores (dos tercios) votan por el impeachment, y el Senado ratifica en las próximas semanas esa decisión.
Luiz Inácio Lula da Silva, había liderado una ofensiva negociadora en las últimas horas para mantenerla en el cargo. De hecho, Lula, pudo lograr que algunos gobernadores de varios estados presionaran el sábado a los parlamentarios.
Miles de policías fueron desplegados el domingo en la capital, Brasilia, y en las megalópolis de Sao Paulo y Río de Janeiro.
Se espera que cientos de miles de manifestantes - partidarios y contrarios de Dilma - tomen las calles.
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