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La Agencia Católica Internacional (ACI) ha reportado que, más de 50 años después de haber sido expropiada por el Gobierno cubano, una pequeña capilla camagüeyana ha sido devuelta a la Arquidiócesis de Camagüey. Tras haber estado en sus orígenes dedicada a Santa Teresita del Niño Jesús, fue usada durante muchos años para diversos fines, incluido una tienda de víveres.
Al acto de entrega asistieron representantes de la Empresa municipal de Comercio, un grupo de feligreses, el párroco Castor José Álvarez Devesa y el seminarista Héctor Horruitiner.
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La devolución tuvo lugar el pasado 24 de marzo, que además fue jueves santo. La capilla pertenece a la parroquia de Nuevitas.
El pasado 15 de abril, el párroco Álvarez, quien además es el Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias, celebró una misa de desagravio para
pedir perdón porque alrededor de 55 años este lugar estuvo cerrado a Jesús.
Y agregó:
Gracias a Dios ya lo volvimos a convertir en casa de oración.
El sacerdote precisó que de momento están haciendo haciendo proyectos para tratar de restaurar el lugar porque está un poco descuidado y, aunque no esté completamente arreglado, de momento quieren utilizarlo como una casa de misión.
Sobre la devolución de la capilla, el P. Álvarez dijo que “es una alegría que se dé un paso de justicia en cuanto a la libertad religiosa”, que es a donde queremos llegar para “poder desarrollar bien la religión” en Cuba.
Sin embargo, precisó que además de la devolución de los lugares de culto, la Iglesia también requiere “el derecho a la educación, a tener centros educativos formales” de tipo religioso, y citó el ejemplo de una escuela que todavía no ha sido devuelta y agregó:
Todavía no tenemos el derecho a la libertad religiosa a la cual aspiramos.
El párroco insistió que aunque agradecen la devolución, falta también libertad para otras cosas: como acceder a los medios de comunicación.
Y añadió:
Es bueno lo que ha pasado, nos da alegría, pero sabemos que tenemos que seguir esperando. Hay que seguir pidiéndole a Dios.
Según precisa la ACI, después que Fidel Castro accediera al poder en 1959, se tomaron serias medidas contra la Iglesia: expropiación de colegios e iglesias, así la expulsión de sacerdotes y religiosas en 1961.
El más notorio caso de expropiación es el del colegio de los Maristas, que ahora pertenece a la Seguridad del Estado y es conocida como “Villa Marista”.
Aunque algunos edificios han sido devueltos en los últimos años, otros siguen en poder el Estado.
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