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La noticia subió como la espuma. Desde el comienzo del fin de semana, días no laborables para la mayoría, tiendas minoristas y mercados recaudadores de divisas en La Habana amanecieron congestionados de compradores que recién se habían enterado de la nueva y “generosa” rebaja de precios.
En lo que para algunos fue calificado como el “Black Friday” cubano, la jugarreta de la rebaja provocó una avalancha desmesurada de consumidores hacia los establecimientos de venta minorista, sobre todo porque algunos creyeron encontrar en oferta la totalidad de productos enumerados en el listado que se dio a conocer oficialmente por medios estatales ese mismo día.
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En el barrio residencial de Nuevo Vedado, al menos cuatro de los mercaditos de la zona se vieron hoy atestados y, en ocasiones, colapsados ante la oleada de personas que por temor a una posible escasez arrasaron con muchos de los productos cárnicos rebajados.
Así ocurrió hoy con el mercado de Tiendas Panamericanas (Curvita de Tulipán), donde una cola que se extendía hasta mitad de cuadra se desintegró tras el anuncio de que “se había acabado la cinta para imprimir los recibos de la caja”, según vociferó una de sus vendedoras.
El establecimiento cerró temporalmente sus puertas en lo que parecía ser un caso excepcional para las dependientes y los almaceneros, quienes se encontraban aun cambiando las etiquetas de los productos.
“Esto es una falta de respeto, cómo no pueden estar preparados para este tipo de situación”, refunfuñaba una señora en la cola, residente del edificio veinte plantas de la avenida Tulipán conocido como Los Pilotos. “Ahora tengo que ir hasta el Vedado, en el resto de los mercaditos ya no queda ná, la gente se lleva seis paquetes de picadillo. Total, con lo malo que está”, afirmó.
Este tipo de picadillo (rebajado de 1.00 a 0.80 CUC), en compañía del paquete de salchichas, es uno de los alimentos proteínicos más consumidos por los cubanos de a pie. Su presencia en las tiendas es casi invariable, aunque su calidad es bastante cuestionable por su alta concentración de soya.
De igual forma, en el mercado TRD de Tulipán entre Panorama y Oeste, otra inusual cola protestaba por el rápido agotamiento del picadillo, y la demora en las transacciones debido a que el dependiente debía recargar continuamente la nevera de donde extraía los paquetes de pollo, el producto más favorecido con la actual rebaja.
El interés principal en este establecimiento eran los pocos paquetes de pollo restantes, rebajados de 2.40 a 1.80 CUC. Además de ese producto, solo quedaba en oferta un paquete de 2 kg de papa prefritas a 6.00 CUC.
Mientras tanto, el mercado TRD “La Mariposa” de 24 y 41 no recibía la más mínima afluencia de consumidores debido, según sus dependientes, a la falta de productos citados en el nuevo listado de rebajas.
Aunque la mayoría de los productos rebajados por orden del Ministerio de Finanzas y Precios no aparecen ni por casualidad en las tiendas cubanas, el anuncio ha creado una ilusión de mejoramiento y optimismo entre los compradores y la población en general.
Sin embargo, continúan aflorando las inconformidades en relación a productos de primera necesidad como la leche que no se encuentran comprendidos en la medida, así como la calidad y la variabilidad de los que sí están incluidos.
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