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Los resultados en el preolímpico de Edmonton y una dura preparación previa, son las cartas de presentación del equipo masculino de voleibol de Cuba en su regreso a las Olimpiadas.
Tras 16 años sin participar en unos Juegos Olímpicos, el voleibol cubano espera recuperar aquel nivel que lo llevó a convertirse hace décadas en una referencia mundial, y que perdió debido a las fugas constantes de jugadores y al bloqueo interno que sufrieron durante años los que quedaban en Cuba para contratarse en ligas extranjeras.
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Afortunadamente eso va camino de cambiar, y ya se notan los resultados. El aporte de los cuatro jugadores que juegan en Turquía y Argentina ya se siente, y Cuba logró un resultado sobresaliente en el Preolímpico de Canadá, donde ganó invicto su cupo a Brasil.
En la etapa que queda hasta agosto, fecha de los Juegos, la preselección topará con un equipo de Venezuela que ha sido catalogado como “de lujo”, antes de partir a la Copa Panamericana de Culiacán, a realizarse entre el 19 y el 27 de mayo, y que dará 4 plazas para la Liga Mundial de 2017.
Luego vendrá el reencuentro amistoso con Estados Unidos, con dos partidos que esperan devolvernos los topes bilaterales tras décadas de clausura, y que se realizarán el 4 y el 6 de junio en la Ciudad Deportiva de La Habana.
Finalmente, tras la primera ronda de la Liga Mundial, que comenzará para Cuba el 17 de junio, el equipo viajará a Argentina el 28 de julio para realizar tres choques con los locales.
La base del elenco que nos representará en la olimpiada debe estar conformada por Rolando Cepeda, Javier Jiménez, Liván Osoria, Osmany Uriarte, Ricardo Calvo, Luis Tomás Sosa, Yonder García, Oniel Melgarejo y Abraham Alfonso.
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