Tras dos semanas de revuelo en calles y avenidas de La Habana, el rodaje de la octava parte de la saga Rápido y Furioso culminará hoy en la Isla, dejando a su paso mucha alegría por la nueva experiencia, pero también, apuntando zonas de luz a detalles imperfectos que deberán ser remediados con vistas a futuras producciones de gran escala en Cuba.
Durante 15 días alrededor de mil cubanos estuvieron involucrados en esta producción hollywoodense, como parte de la unidad local que tuvo el privilegio de estrenarse con una película –si bien nada compleja si de contenido se trata- llena de escenas de riesgo, acrobacias intrépidas y carreras a alta velocidad, que mostraron algo nuevo a esta ciudad y sus habitantes.
Michelle Rodríguez y Vin Diesel, actores estelares de la cinta, concedieron al show otro nivel de espectacularidad, puesto que sus continuas apariciones en lugares públicos y eventos privados, hicieron que en este tiempo los amantes de la “cultura celebritie” se sintieran en las nubes.
La llegada de Charlize Theron en las últimas horas también generó noticia y aunque los canales oficiales para concertar entrevistas se negaron a cooperar (Universal), los cubanos pudimos conocer a través de las redes sociales el sentir de estas personalidades que, de primera mano, también alabaron la capacidad y organización del equipo nacional implicado en la filmación.
Ahora, cuando se extiende el rumor de que el próximo episodio de la conocida saga Transformers pudiera tener a Cuba también como locación, es válido llamar la atención hacia futuras gestiones que hagan de la Isla un set ideal no solo por su fuerza de trabajo sino además, por los propios protagonistas diarios de la urbe, aquellos que vivieron en carne propia la falta de información con respecto a los llamados del rodaje.
Los cierres de calles y los tranques en las grandes avenidas, resultaron sin dudas, la principal causa de molestia para los locales, puesto que muchos alegaron no tener información alguna sobre las afectaciones en vías públicas. Asignatura pendiente si se quiere crear en los cubanos una cultura de respeto y cooperación hacia el séptimo arte y sus proyectos.
Rápido y Furioso aseguró el primer paso, generó empleos y atrajo muchísimas miradas hacia la Isla que hoy dice adiós al alboroto y la adrenalina de esta filmación, esperando con ansias el estreno que en 2017 nos pondrá a Cuba y los cubanos en la gran pantalla, a través de uno de los filmes más taquilleros de la industria cinematográfica.
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