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Tampoco se pueden realizar transacciones bancarias. ¿Acaso todo era un globo?
La visita de Barack Obama a Cuba le ha dado un vuelco total al modo en que Cuba es vista por los empresarios norteamericanos.
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Dentro de este segmento, los agricultores norteamericanos son – quizás – los que con más ímpetu vienen presionando año tras año para que un acuerdo entre Cuba y Estados Unidos permita, de una vez, comenzar de manera regular y a gran escala la compra-venta de los productos agrícolas; no solo aquellos que se producen en el campo, sino también aquellos otros vinculados a ello, como tractores, maquinarias, fertilizantes. Y a pesar que el Secretario de Agricultura de los Estados Unidos, Tom Vilsack le ha dado luz verde a las compañías norteamericanas para que conduzcan una investigación de mercado en la isla, numerosas barreras aún persisten; entre ellas: Cuba aún no puede realizar transacciones bancarias con el dólar estadounidense. Y sin esto...
Pero la esperanza también persiste, y solo 90 millas separan a Cuba de los Estados Unidos.
A pesar de que en el año 2000 los Estados Unidos autorizó la venta de productos agrícolas a Cuba, las operaciones de este tipo, al estar limitadas al pago en efectivo, han sido bien limitadas.
Los números, vistos desde un ojo inexperto pudieran parecer una fortuna, pero dado el inmenso potencial de compra-venta que pudiera existir entre ambos países, una cifra como $700 millones de dólares, que fue el monto de dinero pagado por Cuba en el 2008 por productos agrícolas norteamericanos, no es siquiera una media anual. De hecho, el año pasado, Cuba solo pudo comprar productos por valor de $ 150 millones.
Es significativo que mientras Obama pidiera en la Habana avances a los cubanos, mientras prometiera cambios inmediatos, detrás de todo aun persistan barreras por parte de las propias instituciones financieras norteamericanas. Si bien los granjeros y agricultores norteamericanas auguraban que tras esta visita sus ventas a Cuba serían inmediatas, la realidad ha sido otra. Cuba necesita los productos. Necesita facilidades de crédito y estas no han llegado aún. Sin ellos, los agricultores norteamericanos no venden.
Cuba quiere comprar, pero es pobre y no tiene dinero en efectivo para hacerlo.
Así de sencillo es todo.
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