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Las “celebrities” animadas también se mueren por visitar Cuba. Los Simpsons, la familia que viene sembrando risas en EE.UU y el mundo desde 1989, harán de las suyas en La Habana, locación que han escogido los productores de la afamada serie televisiva para aderezar la actual temporada número 27.
Los fanáticos del célebre show recordarán que Homero, patriarca de intelecto cuestionable y protagonista de cada aventura para el agrado de muchos, ya visitó Cuba en 1998 con el personaje antagónico de la serie, el Sr. Burns.
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La visita a la isla aprovechó para satirizar el sistema político cubano, su parafernalia y, más a quemarropa, la figura del entonces gobernante. Ello fue calificado recientemente como “una afrenta a la dignidad de los cubanos y a la ética que ha hecho respetable a la dirección histórica de la Revolución”, por el diario estatal Granma.
Y es que sutileza y mesura no son calificativos para el humor que nos regala esta legendaria producción animada, la cual, ante todo, plantea serias reflexiones sobre la actualidad y la cultura moderna, como se dice, sin pelos en la lengua.
Así que la nación caribeña como escenario próximo para la familia más influyente de EE.UU, no traerá otra cosa que risas y –aguantémonos todos- una visión más o menos parcializada y crítica de la nueva era que protagonizan La Habana y Washington.
Según adelantó Al Jean, su principal productor ejecutivo bajo la dirección del creador Matt Groening, la familia llevará al abuelo Abe a la Isla a ver si los médicos cubanos curan los males de este veterano de la Segunda Guerra Mundial.
Junto a Homero, llegarán a la capital de los cubanos su esposa Marge, la intelectual/vegetariana/feminista de 8 años Lisa, el travieso Bart -que por alguna razón hizo popular la frase hispana “Ay Caramba”- y la bebé, Maggie, muda a voluntad y algo encariñada con las armas de fuego.
De que Cuba resulta interesante para el equipo de The Simpson no hay duda alguna, muestra de ello es que este capítulo, previsto para octubre, será la segunda vez en la vigésimo séptima temporada que la serie llega a La Habana.
Sus miles de espectadores tendrán fresco el recuerdo del pasado capítulo 17, cuando el lacayo del Sr. Burns, Smithers, decide conocer la tierra natal de su novio cubano Julio, otra oportunidad que sirvió para remover ciertas susceptibilidades en torno a la polémica isla.
Solo esperemos, entonces, que no nos pinten como a Brasil (temporada 13, capítulo 15) pobres, llenos de ratas y conviviendo con monos y burros.
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