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Miami (EE.UU.), 8 jun (EFE).- La "danza del vientre" es el hilo conductor de "Havana Habibi", un documental que se estrena el jueves en Miami y muestra los fuertes lazos entre una bailarina nacida en Estados Unidos de padres cubanos y un grupo de jóvenes de la isla a las que primero formó en ese baile y luego supervisó a lo largo de 13 años.
"Es una forma de conocerse a ti misma, de conocer tu cuerpo, de tomar el control de uno mismo, algo que te da mucho placer y que te hace sentir que puedes hacer cualquier cosa que te propongas", dice la bailarina Tiffany Madera, "Hanan", sobre la "danza del vientre".
"Hanan" Madera ha producido este documental dirigido por el neoyorquino Joshua Bee Alafia, que se presenta en Miami en medio de una semana dedicada a una danza originaria del norte de África, que hoy en día forma parte de la globalidad como una expresión puramente femenina y contemporánea, algo a lo que ha contribuido, entre otras, la cantante colombiana Shakira.
La presentación del filme está acompañada de otra actividades culturales relacionadas con el mismo tema, como una exposición de fotografías, conferencias y charlas en los que transculturalidad, identidad y género son palabras clave.
Pero Madera, además, quiere contribuir con esta historia de unión y esfuerzo entre mujeres cubanas de dentro y fuera de la isla al debate sobre el cambio en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y la reconciliación entre ambos países e interna entre los cubanos que se quedaron y los que se fueron de su país después de la Revolución de 1959.
El proyecto surge de la decisión de Madera de viajar en 2003 a Cuba, el país del que su familia huyó a EE.UU., una herida no del todo cicatrizada.
Allí se conectó con un grupo de jóvenes universitarias a las que empezó a enseñar la "danza del vientre", motivo por el cual viajó de manera muy seguida a Cuba durante los primeros tres o cuatro años.
El grupo después empezó a "volar" o a bailar solo bajo el liderazgo de Gretel Sánchez Llabre, la alumna predilecta de "Hanan", e incorporó elementos propios de las culturas africanas que tienen peso en Cuba, como los ritmos y la percusión, según relata a Efe.
"Hanan", que ha seguido en contacto con el grupo Aisha Al-Hanan, fue bailarina profesional y por ese motivo estuvo en el circuito comercial de "la danza del vientre", que es "algo muy grande", pero ahora está centrada en "profundizar" en ese baile, en lo que tiene que ver con las emociones y el control del cuerpo y los efectos en la autoestima y el empoderamiento de la mujer.
Cuando Madera empezó a enseñar la "danza del vientre" en Cuba se dio cuenta enseguida que "algo muy interesante" estaba sucediendo. "Yo también estaba despertando", dice en sus declaraciones a Efe.
En Cuba, en razón de que muchos de sus habitantes provienen de España, que estuvo bajo dominación árabe ocho siglos, la relación con la cultura que dio luz a la "danza del vientre" es algo latente, algo que está dormido, pero despierta.
Si se le pregunta por Shakira, que ha puesto de moda la danza de sus ancestros con temas como "Las caderas no mienten", "Hanan" reconoce que ha sabido sacar partido de unos movimientos con "sex appeal" (atractivo sexual) que le van "mucho a la mujer latina".
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