Cuba, profesionales atrapados en "la pirámide invertida"

Cuatro breves historias de cuatro profesionales cubanos que no ejercen sus títulos universitarios, si no que viven dentro del mundo del turismo, "luchando con la propina", pero ganan más en un día, que un médico en un mes.

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Este artículo es de hace 8 años

Un médico que trabaja como trompetista en un grupo musical de Varadero; una graduada de informática en la Cujae que cocina en una paladar; un ingeniero graduado en la Lomonosov de Moscú con Diploma de Oro que trabaja acomodando tumbonas y dándole toallas a los turistas en la piscina de un hotel, y un graduado de la U.H en Historia del Arte, que trabaja como recepcionista hotelero, son apenas cuatro ejemplos de la pirámide invertida en la economía cubana.

"En Cuba, tenemos una pirámide socioeconómica invertida", le cuenta Jorge Guevara a la revista QZ, la cual resume el fenómeno de la siguiente manera: Los camareros ganan más que los ingenieros de software, y probablemente tenga más posibilidades de ir de vacaciones al extranjero que un gerente de banco. Tener un título universitario por lo general no significa una paga más alta.


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Anselmo, por su parte dice:

Yo me gradué en la Lomonosov de Moscú con diploma de Oro, pero en el 90 y algo tuve que salir y buscarme la vida. Trabajaba en las obras del Metro de la Habana. El Metro que nunca se hizo. Terminé en el Riviera, en el jardín. No sé cuánto me ganaba diario, pero un día malo podían ser 10 o 15 dólares”.

"Al principio me fue difícil aceptarlo, pero un día, saliendo del Riviera fui a coger un botero, y ¿sabes quien me llevó para la casa? Enrique Molina, el actor. Boteaba ahí, frente al Cohíba, con su carrito."

Liudmila se graduó en Telecomunicaciones, pero siempre le gustó la cocina y su abuela auguraba que tenía “mejor mano que ella”. A los 14 años, era la que cocinaba hasta 5 veces a la semana en su casa. Cuando se graduó en la CUJAE, su madre decidió sacrificar la sala de la casa y la convirtió en un restaurante que tiene 8 mesas.

“Comemos, vivimos, pagamos nuestros gastos y tenemos ahí un fondo para invertir. El título que espere, aunque a veces me cae una computadora o algún trabajito sencillo de programación y lo cojo”

Foto: Cibercuba

Ariel fue más explícito. Dice que cuando terminó la Universidad, estuvo dos años dando vueltas en la Habana. Luego un primo le habló de meterse en Turismo.

“Yo hablaba cinco idiomas, me metí a Recepcionista Hotelero en Varadero. Tenía un amigo que trabajaba en la Galeria Acacia de ahí, uno que estudió conmigo, y le iba bien, porque viajaba, y los artistas le regalaban cuadros, pero no le iba mejor que a mí. Un mes malo mío eran 1800 dólares”.

“No, yo no puedo volver “al arte”. No sé cuánto me pagarían allá afuera, pero yo aquí no tengo gastos. Tengo familia allá que a duras penas pueden reunir 400 dólares todos los meses. Yo aquí guardo para la alcancía mil. Me han propuesto ser jefe varias veces, pero ¿para qué? ¿para coger palos? No, yo sigo aquí. Lo único malo es que trabajo de pie 8 horas al día.”

Ninguno de los cuatro inventó la ley. Tampoco inventaron la trampa, pero viven "de ella".“Conmigo también estudió un muchacho, no recuerdo su nombre pero era el peor estudiante del aula; todos los años arrastró algo a mundiales. Trabaja arreglando techos y poniendo gabinetes de cocina en Miami. Sus padres, y hermanos son profesionales. Él los mantiene a todos desde allá.”

¿Y tu título tuyo? - le pregunto. Y me contesta que lo tiene ahí, tirado en una gaveta.

No, no puede ser, le riposto.

Entonces va a su cuarto, abre una gaveta, y me trae algo envuelto en un tubo.

"Toma, sácale una foto", me dice en un tono algo fuerte.

Todos, absolutamente todos, dicen que mientras estudiaban en la Universidad, soñaban con ser alguien, con retirar a sus padres. Ninguno cree que lo podía haber hecho desde "su título"

"¿La razón? Llámelo la economía de la propina. Después de décadas de socialismo, la movilidad económica en Cuba no depende de las habilidades o el nivel profesional de uno, sino de lo cerca que uno puede estar de los turistas."

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