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En la jornada final de una reunión de tres días para debatir en la Asamblea General de la ONU sobre la lucha contra la epidemia del SIDA, el director general del Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kouri" (IPK), Jorge Pérez, y la jefa del Departamento de Infecciones de Transmisión Sexual y VIH/Sida del Ministerio de Salud Pública, María Isela Lantero, dijeron a Prensa Latina que "aunque posible, no deja de ser un gran desafío derrotar al virus, responsable desde 1981 de la muerte de más de 34 millones de seres humanos en el planeta
Los especialistas, quienes acumulan muchos años de experiencia en la lucha contra el terrible flagelo dijeron que existen, al menos, otros 37 millones de personas que viven con el virus.
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Según Pérez existe muy poca voluntad o deseo entre los responsables de fabricar los medicamentos, quienes se "enfrentan" a las compañías líderes en la investigación, pues a los primeros les interesa alargar la vida de los pacientes, no curarlos.
"Prefieren que sigan enfermos, así van obteniendo ganancias", aseguró.
"Un serio obstáculo es el acceso a los diagnosticadores y los productos de tercera generación para el tratamiento, al estar en manos de grandes compañías cuya prioridad es la obtención de ganancias", dijo.
Pérez también advirtió sobre el acceso o disponibilidad de los sistemas de salud para los enfermos, el recurso humano (doctores) y dinero, con el cual enfrentar esta temible enfermedad.
Es un verdadero desafío, el panorama es complejo, hay muchos países con muy escasos recursos para vencerlo.
Para lograrlo - dijo el director del IPK -, es necesario que "las naciones desarrolladas y los organismos internacionales mantenga una ayuda constante a estos países." No se trata pues de una carrera "individual" si no de una meta común en pro de la humanidad: eliminar la epidemia antes del 2030.
En la Declaración Política del foro, se tomó este asunto como un acuerdo.
La doctora Lantero dijo que, si bien la cura era importante, es muy necesario contar con los recursos humanos claves para prevenir y enfrentar la enfermedad, algo muy complejo de lograr en los países del Sur, donde no existe una verdadera conciencia sobre el problema y existe un elevado índice de analfabetismoy pobreza.
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