La Habana ha vuelto a ser protagonista y, en esta ocasión, lo es de la sección Viajes de Vogue México, que ha elaborado una lista de cosas que no deben dejar de hacerse si se viista la capital cubana.
La nota, publicada este miércoles 15 de junio, comienza diciendo que “Cuba está de moda. Ha despertado y se alza como el último hotspot, no puedes dejar de visitarlo y empaparte de sus colores” y luego pasa a proponer una lista de lugares y cosas que no deben dejar de hacerse si se hace un viaje de unos cuatro días a la ciudad de La Habana, que cataloga de “paraíso tropical, perfecto para deleitar hasta al paladar más exigente y hacer bailar a cualquiera.”
Las recomendaciones se distribuyen en Día 1: Paseo por La Habana Vieja, Día 2: Las Santeras, Día 3: Playa Santa María y Día 4: Dosis cultural e incluyen,como es de esperar, las típicas alusiones a la gastronomía local, pasando por sitios emblemáticos habaneros como La Guarida, y otros como la Paladar Doña Eutimia. El Cocinero, Otramanera o Paladar Santy (comida del mar y japonesa).
La particular propuesta de Vogue para conocer la Habana, si bien no puede librarse de ser una mirada desde la distancia y la no pertenencia, tiene el mérito de intentar alejarse de las recomendaciones más comerciales y, en gran medida, divorciadas de la cotidianidad y día a día de los cubanos.
En tal sentido, la revista propone sesiones para disfrutar de espectáculos culturales y musicales (Café Teatro Miramar, Fábrica de Arte), acercamiento a lugares de culto, credo y tradiciones cubanos (Museo de Guanabacoa, Iglesia San Francisco de Asis, Iglesia de Regla/Santeras, Cementerio Colón), visita a monumentos y sitios de gran carga histórica y cultural (Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam, Fototeca de Cuba, Plaza de Armas, Museo Nacional de Bellas Artes ), a lugares de práctica de deporte (escuela de kickboxing de Regla) o de ambiente esudiantil universitario (Universidad de La Habana).
No faltan, por supuesto, el chapuzón en las templadas aguas cubanas (Santa María)
ni el recorrido por dos de sus arterias más emblemáticas, muestrario de la diversidad de los cubanos y espejo de su vida: el Malecón y el Paseo del Prado.
La lista, corta como la estancia que propone, deja fuera muchos otros sitios o alternativas para conocer y acercarse a la gran capital de los cubanos, pero sin dudas pone en evidencia la propia premisa de la que parte el artículo y es que Cuba está de moda y que cada vez son más los que “sucumben” “ante la fiebre cubana”.
NOTA: Las fotos difieren de las del artículo de Vogue
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