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Desde la desaparición forzada hace aproximadamente dos años de 43 estudiantes normalistas, luego de sendos episodios de violencia en el que la policía embistió contra manifestantes de la Escuela de Ayotzinapa, México vuelve a ponerse en la mira cuando de gobiernos represivos se trata.
Fuerzas de la policía y la seguridad mexicana en el sureño estado de Oaxaca se batieron, el pasado domingo, en violentos enfrentamientos con decenas de maestros disidentes, quienes protestaban a raíz de las precarias condiciones del sistema educativo que los acoge.
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Los enfrentamientos se iniciaron tras una semana de bloqueos en la carretera principal de Oaxaca por parte de los profesores, la policía los dispersó con gases lacrimógenos y recibió en respuesta pedradas, según reporta el diario El País.
Hasta el momento han sido confirmadas ocho personas muertas, 55 policías lesionados y cerca de un centenar de heridos entre maestros y civiles por arma de fuego. Al menos 21 personas han sido detenidas.
Los maestros que bloqueaban la carretera de Oaxaca hacia la capital pertenecen a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una poderosa agrupación gremial con más de 100.000 afiliados en todo el país pero especialmente fuerte en los Estados del sur, que se opone a la reforma educativa de Ernesto Peña Nieto, asegura la publicación.
El CNTE, en general, diside del gobierno de Peña Nieto y ha protestado contra el mismo en numerosas ocasiones, tanto en Oaxaca como en la Ciudad de México o Michoacán.
Según El País, habitantes de Oaxaca denunciaron en redes sociales que los policías estaban disparando contra los manifestantes. Por su parte, la Policía de Oaxaca publicó que sus elementos de seguridad "fueron lesionados por arma de fuego", mientras que la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) aseguró en un comunicado que los policías federales no estaban armados.
Sin embargo, numerosas fotografías del hecho revelan a elementos policiales portando armas de fuego y apuntando a civiles desde trincheras. También circuló en las redes la versión de que la Policía federal intentaba impedir que los maestros lesionados accedieran a servicios de salud, y que incluso ordenaban a los médicos que no los atendieran, apunta el medio.
Imagen tomada de: http://old.nvinoticias.com/
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