La situación de las playas de Cuba empeora por momentos, ya que cada año las líneas de costa retroceden dos metros y el 86% de las playas están erosionadas. Con este panorama las autoridades han iniciado un programa para aumentar la cantidad de arena y de esta forma mejorar uno de los principales atractivos turísticos del país.
Los 5.746 kilómetros de costa y las 430 playas están sufriendo, entre otras cosas, las consecuencias del cambio climático y especialmente la acción humana. De hecho según Ernesto Tristá, técnico del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; el "retroceso de las líneas está entre uno y dos metros por año".
A pesar de que se llevó a cabo la construcción de algunas barreras rígidas para evitar el oleaje y la penetración, desde el Gobierno tienen claro que la mejor alternativa es vertir arena para mejorar la sostenibilidad de las playas.
En unas declaraciones recogidas por Cubadebate, Ernesto Tristá explicó que con esta medida se espera "mejorar la calidad de la playas de Cuba y aumentar la capacidad de acogida turística".
El balnerario de Varadero y Jardines del Rey dentro del programa
Dentro de este programa de vertimiento de arena se incluyó al balneario de Varadero desde 2008 hasta 2012, años en los que se aportó más de un millón de metros cúbicos de arena para ayudar a los 11 kilómetros de playa de uno de los mayores focos de atracción turística de Cuba.
Este verano le toca el turno a los cayos de Jardines del Rey, un archipiélago al norte centro de la Isla rodeado por un muro de corales de 400 kilómetros de largo, la segunda barrera de este tipo más extensa a nivel mundial.
También en las playas el Paso y Flamenco se vertirán 630.000 metros cúbicos de arena durante los meses de junio y agosto. El material, que se extenderá a lo largo de seis kilómetros, será extraído de dos bancos de la plataforma submarina compatible con el área por recuperar.
Plan 2016-2030 para las playas del Este
Las autoridades ambientales tienen previsto acometer un plan desde 2016 hasta 2030 en las playas del Este en la capital. Entre ellas se encuentran la de Varadero, Villa Clara, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Cayo Largo y Ancón.
Estos movimientos del Gobierno se enmarcan dentro de la importancia que tiene para la economía cubana los ingresos derivados de la explotación turística. De hecho, el año pasado se alcanzó la cifra récord de 3,5 millones de visitantes. Según las informaciones del Ejecutivo, del total de visitantes estivales 161.000 fueron ciudadanos norteamericanos, lo que supuso un aumento del 76% en relación al 2014.
(Imagen de Expansion).
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