En mitad de un secretismo máximo y a escondidas el grupo empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) ha absorbido el Banco Financiero Internacional (BFI), que es uno de los organismos financieros más importantes del Gobierno cubano.
Este insospechado movimiento guardaría relación con los llamados Panamá Papers, en los que están implicadas empresas establecidas por Cuba en territorio panameño. A partir de ahora la compañía bancaria pasa a estar controlada por GAESA, el grupo empresarial de las FAR.
Los cambios internos en la entidad bancaria no se han hecho esperar y han afectado de lleno a los trabajadores civiles. En concreto se les ha suprimido los festejos por el Día del Trabajador Bancario y se les ha prohibido acceder a cargos reservados para personal militar. De hecho los puestos de dirección más importantes han sido designados a oficiales de las FAR, relacionados con la dirección económica del grupo militar.
Además, el funcionamiento interno del banco pasa a estar regulado por los métodos de control implementados en las empresas militares. De esta forma se ha producido un aluvión de auditorías internas y revisión de las cuentas. Todo el personal civil está a la espera de noticias.
Según explica Cubanet, esta absorción no se ha publicado ni en los medios oficialistas ni en La Gaceta Oficial del Ministerio de Justicia.
El BFI, que deja de ser parte del sistema del Banco Nacional de Cuba, mantiene en activo cuentas de empresas y empresarios que han sido expulsados de la isla por prácticas corruptas. Este es el caso del valenciano Vicente Blasco y la firma Blafer International, formada en Panamá a final de los años 90.
(Imagen de Cubanet).
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