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Luis Ricardo Nápoles fue intervenido quirúrgicamente de forma satisfactoria gracias a la aplicación de un proceder quirúrgico complejos por un equipo médico camagueyano.
El paciente de 63 años reside en la playa de Santa Lucía, del municipio de Nuevitas, es el protagonista de uno de los capítulos más impresionantes de la anestesiología y neurocirugía cubana.
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Luis Ricardo se mantuvo despierto durante la operación, en la que sintió cuando le enroscaban unos tornillos en su cabeza, dijo tranquilo. La intervención fue realizada el pasado 9 de abril y es una Craneotomía con el paciente despierto (CPD), guiada por estereotaxia (técnica moderna de la neurocirugía de mínimo acceso que utiliza un sistema de coordenadas tridimensionales, esto permite realizar cirugías precisas para la ablación, biopsia, inyección, estimulación).
El proceder fue realizado por un equipo multidisciplinario de profesionales del Hospital Universitario "Manuel Ascunce Domenech" de Camagüey.
El enfermo comenzó con una tos persistente que obligó a los neumólogos a realizarle Rayos X de tórax y Tomografía Axial Computarizada (TAC), los que mostraron la existencia de un tumor en el vértice del pulmón izquierdo. Luego aparecieron otros síntomas que indicaron que su dolencia alcanzaba otras dimensiones.
La Doctora en Ciencias Médicas Gretel Mosquera Betancourt, quien estuvo al frente del equipo de neurocirujanos participantes en la intervención realizada explicó que el paciente comenzó a presentar episodios de desorientación y confusión mental, y debilidad del hemicuerpo izquierdo.
Al realizarle una TAC de cráneo simple y una Resonancia Magnética se observó un tumor redondeado y pequeño, de dos centímetros de diámetro, con edema asociado, en la región cortico subcortical derecha de la región frontal, a poca profundidad. El estudio confirmó que tenía una metástasis cerebral, del tumor primario que tenía en el pulmón.
Ante la muy lamentable noticia de tener una metástasis cerebral el valiente Ricardo, pidió a sus doctores proseguir la lucha contra su dolencia y fue por su espíritu, el apoyo incondicional de su familia y la localización que tenía su lesión cerebral que pudo realizarse este novedoso tratamiento.
Entonces se propusieron la realización de la Craneotomía con el paciente despierto para extirpar la metástasis, lo que constituye un reto principalmente para los anestesiólogos y para todos los integrantes de este grupo multidisciplinario, integrado por especialistas en clínica, neurocirugía, anestesiología, psicología, cirugía, oncología, radiología, neumología, neurología, enfermería e intensivistas, además del personal paramédico.
Luis Ricardo Nápoles Jiménez casi tres meses después está con buen estado físico y anímico y preparado para vencer al tumor del pulmón.
Al narrar su experiencia Luis Ricardo dice: «Hablé como un papagayo, porque me sentía machete para la pelea, bromeé con el “fogón” —se refiere al aparato en forma de esfera, que se fija al cráneo del paciente, el cual se usa en la técnica moderna de la estereotaxia—, y hasta piropeé a varias enfermeras que me atendieron como si fuera un bebé».
La especialista en anestesiología afirma que la selección del paciente no responde a un rígido criterio médico, sino a diversos factores porque durante este proceder que dura varias horas, se les observa y analiza, se aplican tests y se evalúan las respuestas. Si durante la CPD algunas de las funciones del cerebro, como el habla o el movimiento, se pudieran afectar, el cirujano marca el límite, para reducir las complicaciones potenciales».
La intervenición quirúrgica del cerebro con el paciente despierto se ha convertido en la técnica más frecuente para ciertos tipos de tratamientos, como en casos de epilepsia y tumores de ciertas zonas cerebrales y ya es un método mundialmente aceptado.
La CPD sea un reto para los anestesiólogos, quienes se encargan de mantener la dosis exacta de medicamentos, para lograr la imprescindible sedación consciente del paciente.
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