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De haberse consumado los planeas iniciales que tenían montado los suicidas que hicieron estallar(se) las bombas en el aeropuerto de Estambul, Turquía, hace apenas unos días, la cifra de muertos seguramente no fuera contada por decenas, sino por centenares.
Al menos eso han revelado hoy diversas agencias de prensa, ya que se ha dado a conocer que los asesinos, tenían previsto secuestrar a un número indeterminado de personas antes de hacerse volar en pedazos. Las agencias han citado como fuente de su información una publicación aparecida hoy en un diario turco.
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Todavía se desconoce quien está detrás de este atentado, pues normalmente el Ejército Islámico (EI), a quien apuntan las investigaciones de las autoridades turcas, suele adjudicarse con prontitud los mismos. Sin embargo el EI aún no se ha pronunciado.
Las autoridades egipcias también comunicaron en horas pasadas que se han detenido, al menos, a once personas relacionadas con este triple atentado, aunque el número total de detenidos se dice supera la veintena.
Precisamente el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo este viernes que estos actos "nada tienen que ver con el Islam”.
Las cámaras de vigilancia del aeropuerto han mostrado a la opinión internacional que gracias a la actitud de algunos oficiales (policias) el número de víctimas no fue mayor, pues en todos los casos pudieron ser confrontados antes de hacerse estallar.
"Había mucho calor, y llevaban puestos unos abrigos gruesos, por eso fue que fueron requeridos para que mostraran sus identificaciones", aseguró el diario.
Las autoridades informaron que los kamikazes eran un ruso, un uzbeko y un kirguís, países que son los mayores "suministradores" de yihadistas en Siria y en Irak, aunque se dice que el cerebro detrás de este acto es un individuo de origen checheno, cuyo nombre es Akhmet Chatayev.
Según el diario Hürriyet, Chatayev, sería el jefe del EI en Estambul y también habría organizado los ataques cerca de Taksim y Sultanahmet ocurridos a inicio de este año.
Lo más curioso de este caso, es que supuestamente, una vecina de los tres suicidas, habría alertado al propietario del departamento donde estos se encontraban, de los fuertes olores químicos que del inmueble provenían, pero como suele suceder muchas veces, la quejosa, recibió oídos "sordos" y fue "enviada" a quejarse a la municipalidad.
foto: tomada de www.elimpulso.com
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