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La decisión de Lio Messi de abandonar la Albiceleste comienza a adquirir tonos tragicómicos, pues ya no son solo sus admiradores, sino también su peor enemigo quien pide su regreso.
Tan acostumbrados estamos a la rivalidad entre Lio Messi y Cristiano Ronaldo, que lo último que se nos pasaría por la cabeza es que CR7 se sintiera afectado con la renuncia de La Pulga.
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Sin embargo, el portugués se llenó de valor este lunes para hablar de Lío, en unos términos de comprensión y hasta de ternura.
“Messi ha tomado una dura decisión y la gente debe entenderlo. Él no está acostumbrado a las derrotas y decepciones, ni siquiera a terminar el segundo. Fallar un penalti no te hace un mal jugador”, dijo Cristiano, coincidiendo en esta idea con la expresada hace unos días por Pelé, quien no ve mayor importancia en el hecho de equivocar un cobro: “Todos han fallado un penalti alguna vez”, dijo Pelé, refiriéndose al que falló Messi en la final de la recién concluida Copa América Centenario.
Sin embargo, lo que más impacta del mensaje de Cristiano es su conmovedor cierre: “Me duele ver a Messi entre lágrimas y espero que regrese a su selección, porque lo necesita”.
Está claro que la “enemistad” entre ambos futbolistas es más una metáfora del argot deportivo que una realidad siempre palpable. Sin embargo, considerados los dos mejores futbolistas del momento, e inclusive de la historia, Lio y Cristiano tienen estilos de juego extraordinarios, pero antagónicos, y que dividen los gustos de los seguidores de este deporte.
Cristiano es la fuerza, el ímpetu y el vigor llevados a extremos de perfección. Lio es el talento innato, el dominio que contradice leyes físicas y la habilidad que traspasa los límites de lo posible. Ambos encarnan dos sistemas opuestos e incluso rivales de jugar al fútbol, de pensar el fútbol, y en principio, cualquier deporte.
Incluso en su comportamiento son distintos: Cristino es excéntrico y ostentoso. Lio es sencillo y reservado. Justos serían como vinagre y aceite: incomparables e incompatibles.
Hasta ahora, solo habíamos visto incompatibilidad. Pero quizás ha llegado la hora de creer en un posible complemento, porque, en definitiva, entre los dos hacen más grande el fútbol.
(Imagen tomada de www.peru.com)
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