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El destacado director de cine iraní Abbas Kiarostami ―figura fundamental del cine de los últimos 30 años a nivel mundial― falleció ayer a los 76 años en París.
A esa ciudad se había trasladado hace apenas tres meses, para recibir tratamiento para el cáncer gastrointestinal que le diagnosticaron en el pasado mes de marzo, según han destacado varios medios de prensa.
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A comienzos de este año 2016, nos hacíamos eco de una visita suya a La Habana, en la que el destacado director ―premiado en festivales como Cannes y Venecia― impartió un taller de realización cinematográfica a 35 jóvenes cineastas de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), del 26 de enero al 5 de febrero de 2016.
Visitar la Isla, y en especial la Escuela de Cine, era algo pendiente en la trayectoria de Kiarostami, quien había sido invitado en numerosas ocasiones, pero nunca pudo concretarse su presencia hasta comienzos de este año.
Para celebrar su presencia en La Habana, la Cinemateca de Cuba preparó una muestra selecta de su obra ―once títulos en total― que incluyó algunas de sus más importantes cintas, muchas de ellas ganadoras de premios importantes en los grandes festivales de cine del mundo.
Figura clave en la nueva ola del cine iraní, fue además poeta, pintor y fotógrafo. Kiarostami abrió el cine contemporáneo a nuevos caminos y su filmografía está marcada por un gran humanismo y una fuerte voluntad documental.
Su cine se caracterizó por una marcada poesía visual, acompañada de un estilo semidocumental, que impregnaba a historias corrientes o incluso minúsculas.
Kiarostami abordó las grandes cuestiones de la existencia, casi siempre a partir de recursos poéticos o alegóricos.
El director de las inolvidables “Close Up” (1990), “El sabor de las cerezas” (1997) y “Copia conforme” (2010), manifestó sus deseos ―hace apenas unos meses― de regresar a filmar en Cuba. Desgraciadamente, ese deseo ya no se hará realidad.
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