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Según artículo aparecido en el diario Granma, y en el cual se entrevista a la doctora Milagros Santacruz Domínguez, especialista de Primer Grado en Pediatría y coordinadora del Programa de Prevención de Accidentes en menores de 20 años, se hace urgente extremar las medidas con nuestros hijos menores de edad, ahora que se acerca el verano.
Normalmente, explica la Dra. se les llama accidentes, y a veces ocurren, sí, como relámpagos, desplomes, pero en verdad muchos "accidentes" pueden evitarse si los padres, prestaran más controlo al cuidado de sus hijos, y Cuba no es una excepción en este problema global. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó a partir del año 1996 estos acontecimientos como "un problema de salud global", debido al alto índice de mortalidad infantil, y alertaba a todos los países miembros de la OMS, a adoptar medidas encaminadas a impedir la ocurrencia de estos "accidentes".
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“De hecho se ha reconocido como uno de los pasos de mayor importancia para la prevención de accidentes, el lograr vencer el sentido de fatalismo asociado a ellos. Es trascendental que los individuos perciban que los accidentes no son eventos fortuitos imposibles de predecirse, y que siguiendo conductas apropiadas es posible evitarlos”, subrayó la especialista.
“Por tal razón, es urgente incrementar la percepción de la población en general, de que las lesiones no intencionales son uno de los principales riesgos para la salud y la vida”, señaló la doctora Santacruz Domínguez.
Increíblemente, aseguró la experta, en Cuba, las lesiones no intencionales constituyen la primera causa de muerte en niños mayores de un año.
“Cada 23 días fallece por estas causas un menor de un año, cada 13 días un niño o niña en edad preescolar, cada seis días un menor en edad escolar, y un adolescente cada cuatro días; en resumen, un menor de 20 años cada dos días”.
Es importante, señaló la especialista, conocer el hábito de comportamiento de los niños, interactuar con ellos, conocer sus gustos, y actitudes para poder educarles y predecir y prevenir los accidentes.
Los niños menores de un año sufren comunmente caídas. También la broncoaspiración de alimentos o de objetos.
Muchos padres, tienen la mala costumbre de dormir con sus hijos "en el medio de la cama", y esto puede provocar asfixias en el menor.
También, en muchos hogares, el acceso a las áreas de la cocina es libre, y los menores suelen arrastrarse, y acceder a liquidos tóxicos, que en la mayoría de los hogares cubanos se sitúan debajo del fregadero.
Pomos de medicinas dejados al alcance de la mano de un menor es otra de las irresponsabilidades que cometen a menudo los padres.
Tomacorrientes sin protección, cables eléctricos colgantes, son otros peligros que con frecuencia se cobran la vida de un pequeño.
“El hogar es el sitio donde (...) más seguro debemos sentirnos. Sin embargo, si no se tienen en cuenta una serie de medidas o precauciones, en ese mismo lugar pueden ocurrir situaciones desagradables", refirió la especialista
Un lugar muy común donde ocurren accidentes es en la playa: muchos padres, creen que su hijo por estar en la orilla no corre peligro, y esto es completamente falso. Lo mismo pueden ser arrastrados por una ola, que aspirar agua o arena en sus pulmones.
Además, lamentablemente, el calor en este sitio compulsa a muchos adultos a la ingestión de bebidas, y suelen perder el control de sus sentidos con facilidad e incurrir en desatención en incluso somnolencia, y dejan de prestar atención a sus hijos.
“Hay que estar convencidos de que la imprevisión y la negligencia son conductas humanas modificables”, refirió la especialista.
foto: Pixabay
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