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Mucho se habló en los medios foráneos cuando en 2012 Micaela DePrince se convirtió en una de las primeras bailarinas negras en obtener un papel protagónico dentro del ballet clásico internacional. Sobre su trayectoria y la dura historia de su vida abundaron disímiles entrevistas, enfocadas sobre todo, a resaltar la constancia de esta muchacha bajita, original de Sierra Leona, que con 18 años desafió prejuicios y se impuso en un escenario como primera figura.
Ahora, la célebre joven –que además luchó contra los rechazos por un vitiligo temprano que despigmentó parte de su piel- recorre las calles de La Habana, tras recibir una invitación de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, quien la convoca para la próxima edición del Festival de Ballet de La Habana.
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Aunque la importante cita tendrá lugar en los meses de octubre y noviembre próximos, DePrince ha asegurado a varias fuentes cercanas que debía llegar a la Isla antes porque “tenía muchos deseos de venir a Cuba”.
“Creo que de aquí han salido algunos de los mejores bailarines del mundo, y la Escuela Cubana de Ballet es un referente para todos los que quieren aprender”, señaló en conversaciones con algunos de los miembros de la producción que la asisten.
Hasta la fecha su itinerario incluye recorridos por La Habana Vieja y el Callejón de Hamel, una visita al Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso –donde disfrutó de la interpretación de Viengsay Valdés-, y por supuesto, encuentros con la prima ballerina assoluta.
Micaela DePrince se graduó en la escuela de Ballet Jacqueline Kennedy Onassis de Nueva York, ciudad donde vivió tras ser adoptada de un orfanato de Sierra Leona.
Su padre falleció durante la Guerra Civil de ese país (1991-2022) y semanas después, su madre murió de hambre, por lo que su niñez traumática y la historia posterior de su desarrollo como artista, constituye inspiración para miles de niñas afronorteamericanas.
En una ocasión expresó: “Quiero llegar a ser una bailarina profesional en una compañía profesional. Quiero cambiar la manera en la que la gente ve a las bailarinas de raza negra. Quiero cambiar su forma de pensar, su punto de vista, porque siempre que actúo parece que el público disfruta con mi interpretación."
Actualmente, Micaela DePrince es primera bailarina del Ballet de Ámsterdam.
(Foto tomada de www.http://20-something-ballet.com)
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