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Dos nuevos temblores de tierra, de magnitudes 5.9 (21:01 hora local) y 6.2 volvieron a sentirse en la costa noroeste de Ecuador en la noche de este domingo 10 de julio.
Los terremotos, catalogados por el Instituto Geofísico en su Informe sísmico especial No.26 como “réplicas del sismo del 16 de abril”, fueron percibidos fundamentalmente en las localidades de Esmeraldas y Manabí. Ambos eventos “estuvieron ubicados a 30 km al este de Muisne y a una profundidad de aproximadamente 40 km”.
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Aunque con menor intensidad, fueron sentidos temblores también en ciudades como Santo Domingo, Quevedo, Vinces, Pedernales, Jama y en Quito, Guayaquil, Santa Elena, Ibarra, Tulcán, Latacunga y Ambato. Provincias como Bolívar, Sucumbíos, Napo y Pastaza también pudieron haber percibido movimientos leves de tierra pues así lo han informado algunas personas en las redes sociales.
Sobre las consecuencias en cuanto al estado de la red eléctrica y teléfonica informó el propio presidente ecuatoriano Rafael Correa en su cuenta de Twitter.
La evaluación preliminar de las intensidades, por su parte, refiere daños no estructurales en las edificaciones (grietas) en las zonas más cercanas al epicentro.
Hasta el momento no ha habido que lamentar pérdidas ni daños humanos ni existe alerta de tsunami. Las clases en las localidades de Manabí y Esmeraldas, no obstante, han sido suspendidas.
El pasado 16 de abril, Ecuador sufrió un fuerte terremoto de magnitud 7.8 -el peor desde 1979- que afectó las zonas de Manabí y el sur de Esmeraldas, dejó más de 650 fallecidos, miles de damnificados e ingentes pérdidas materiales. Según cifras oficiales la reconstrucción de las zonas dañadas costará USD 3 344 millones.
(Imagen de Marcel Bonilla, tomada de El Comercio)
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