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La nueva ronda de conversaciones migratorias entre Estados Unidos y Cuba no dejó grandes avances, pero sí una nueva petición estadounidense a La Habana para que acepte la repatriación de miles de cubanos con órdenes de deportación por los delitos cometidos, según recogió Martí Noticias.
El Departamento de Estado comunicó que la "delegación estadounidense reiteró su posición de que el gobierno de Cuba debe aceptar el retorno de ciudadanos cubanos con órdenes de deportación".
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A pesar de voluntad de diálogo de ambos países la postura de EEUU y Cuba delata diferencias en las políticas migratorias. Mientras que Washington se remite a los acuerdos de 1995 para seguir ordenando el flujo de inmigrantes, los emisarios de La Habana criticaron que leyes como la de Ajuste Cubano de 1966 favorece las salidas ilegales en busca de la llegada a suelo norteamericano.
Según la citada fuente también se abordó la cooperación entre el Servicio Guardacostas y las Tropas Guardafronteras, así como la lucha conjunta para erradicar enfermedades contagiosas. En concreto se habló de los lazos cooperativos entre los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y médicos cubanos.
En la reunieron estuvieron presentes el subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, John Creamer y la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro.
La política de "pies secos-pies mojados" como obstáculo diplomático
Además de la Ley de Ajuste Cubano, para el Ejecutivo de la Isla es imposible que hayan relaciones migratorias normales entre ambas naciones si sigue en pie la política de "pies secos-pies mojados", así como el programa 'Parole', que concede visas para médicos cubanos.
En este sentido, según EFE, la delegación cubana mostró su "rofunda preocupación" por la persistencia de la política de "pies secos-pies mojados" y la Ley de Ajuste Cubano, que conceden a los ciudadanos cubanos un trato migratorio "preferencial y único" de su tipo en el mundo.
Estas leyes representan un privilegio para los cubanos que consiguen llegar a tocar suelo norteamericano, ya que les permite solicitar la residencia permanente un año más tarde. Una situación que contrasta con las deportaciones que sufren los migrantes que son interceptados en el mar.
A ojos de los dirigentes de Cuba esta situación es la principal causa del flujo continuo de personas que huyen de la Isla. La más reciente crisis de la inmigración cubana tuvo lugar en los últimos meses de 2015 en Costa Rica, donde miles de cubanos que viajaron vía Ecuador, país que entonces no les exigía visa, quedaron varados tras la negativa de Nicaragua a permitirles el tránsito para llegar a México y cruzar la frontera con EEUU.
Veremos si en la próxima ronda de conversaciones migratorias, que se celebrará en Washington antes de que finalice 2016, se afronta la regulación conjunta del problema de la inmigración.
(Imagen de Martí Noticias).
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