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Una auténtica flota turca, formada por 14 buques de guerra muy armados, estarían navegando en estos momentos fuera del control del gobierno de Ankara, indican varias fuentes.
Aunque no han sido reveladas las aguas en que navegan ahora mismo, según el diario británico “The Times”, los marineros turcos al mando de estas naves temen que sus comandantes puedan ser partidarios del fracasado intento golpista de la pasada semana, y estén tratando de escapar.
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Según ha indicado una fuente anónima al citado diario, el almirante Veysel Kosele ―comandante de la Marina de Guerra turca― estaría fuera de contacto desde el pasado viernes 15 de julio, día en que se produjo el intento de golpe de Estado.
Ahora mismo se desconoce si Kosele es rehén de los marineros, que estarían buscando refugio por temor al ambiente del país, o si de lo contrario, el Almirante se encuentra implicado en el fracasado intento por derrocar al presidente Erdogan y es él quien dirige la huida.
Mientras tanto, la situación en Turquía no deja de empeorar: las detenciones y purgas masivas de que son objeto los militares turcos continúan.
Ello viene acompañado de la demanda ―en algunos sectores― de reinstaurar la pena de muerte, lo que supondría un evidente alejamiento de las pretensiones turcas de entrar en la Comunidad Europea.
Ayer lunes 18 de julio, el primer ministro Binali Yildirim, en declaraciones recogidas por el diario “Haber Turk”, declaró que más de 7.500 personas ya han sido detenidas.
Entre los arrestados hay 6.038 militares, 755 magistrados y 100 policías.
El balance de muertos como consecuencia del fallido golpe ha subido a 290. Cerca de 1.440 personas han resultado heridas.
El presidente turco reveló que estuvo a punto de ser asesinado en un hotel de la localidad costera de Marmaris, un balneario turco del mar Egeo.
Allí permaneció refugiado al conocerse el inicio de la rebelión y dos de sus guardaespaldas murieron.
Dado lo bien que parece haberle venido a Erdogan el fracasado golpe para recrudecer sus políticas, algunos medios como la BBC, comienzan a especular con la posibilidad de un “autogolpe”.
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