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El balance que hizo la Guardia Costera de Estados Unidos sobre la situación de los migrantes cubanos no pudo ser más desalentador. El capitán jefe del 7mo Distrito alertó a los ciudadanos de la Isla que cesen en sus intentos de llegar al país norteamericano a través del Estrecho de Florida, ya que "arriesgan sus vidas con muy pocas posibilidades de éxito".
Para este miembro de las fuerzas de seguridad costeras estadounidenses los viajes con embarcaciones precarias sólo pueden conducir "a lesiones o la muerte", avisó.
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Las cifras no ayudan precisamente a mostrar una realidad muy distinta, puesto que la Guardia Costera de EEUU deportó a lo largo de la última semana a 151 inmigrantes de Cuba que buscaban acogerse a la ley de pies secos-pies mojados.
La institución a través de un comunicado, recogido por EFE, informó que se han interceptado hasta 10 operaciones en el Estrecho de Florida antes de llegar a suelo estadounidense.
En este sentido la Guardia Costera registró, desde octubre de 2015 hasta la actualidad, hasta 5.485 cubanos que trataron de llegar a las costas norteamericanas de manera ilegal. En el anterior año fiscal fueron 4.473 inmigrantes indocumentados de esa nacionalidad.
El principal problema al que se enfrentan los migrantes cubanos es a la disparidad de leyes. Mientras que los inmigrantes que consiguen pisar el suelo de Estados Unidos se pueden acoger a la Ley de Ajuste Cubano de 1966 o a la política de pies secos-pies mojados, los que son interceptados son directamente deportados a la mayor de las Antillas.
Asismimo la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) reportó la semana pasada que de los 8.000 casos registrados en 2011, se pasó a más de 44.000 en el actual año fiscal, pese a que aún faltan más de dos meses para completarlo.
(Imagen de archivo).
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