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El estado actual de los puertos de Cuba no responde debidamente al creciente volumen de importaciones y exportaciones que distinguen hoy la dinámica de la economía de la nación caribeña, así lo ha recogido la prensa oficial de la isla.
De acuerdo con un ahondado reportaje que publicó recientemente el diario Juventud Rebelde, la economía interna no dispone aún de una infraestructura que le permita recibir, distribuir y absorber el volumen creciente de mercancías con la misma rapidez con que los puertos pueden operar.
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“Aunque se ejecutan y proyectan inversiones para el mejoramiento de la infraestructura portuaria del país, su deterioro, debido al sobreuso, la obsolescencia tecnológica y la limitada capacidad de algunas radas, junto a problemas organizativos, afectan todavía el engranaje puerto-transporte-economía interna”, cita la mencionada publicación.
Isla de la Juventud
En el caso de la unidad portuaria situada en la Isla de la Juventud, conectado por ruta al puerto de Batabanó en Mayabeque, son los muelles de atraque y los almacenes con capacidad para 9 mil toneladas los que se encuentran en cuestionable estado.
Según una entrevista realizada al director de esa entidad, Manuel Ramón Moreno, hoy se utiliza solo el 50 por ciento de los almacenes por dificultades con la impermeabilización de las cubiertas. «Esa realidad lleva a que el puerto reduzca aún más su limitada capacidad y se afecten los índices de eficiencia», aclaró Raúl Diéguez Domínguez, subdirector general de esa empresa pinera.
En ello influye, explicó, el alto deterioro de los aditamentos portuarios, como los estrobos, parles, paletas; y el sistema de defensa portuaria es con neumáticos viejos que ya muestran un mal estado por el efecto del tiempo y el agua.
En relación al transporte desde y hacia la Isla de la Juventud, la publicación destaca que la empresa a cargo, Navegación Caribe, cuenta solo con 12 embarcaciones: ocho patanas de carga y cuatro remolcadores, según Emilio Domínguez Fuentes, administrador de la Unidad Básica Transportación de Carga de Isla de la Juventud, de la empresa.
“El estado técnico de las embarcaciones, en sentido general, es malo. Por ello para este año no estamos en condiciones de dar respuesta, con prontitud, a todas las demandas de las cuatro líneas: Gerona-Batabanó, Batabanó-Cayo Largo del Sur, Cienfuegos-Cayo Largo del Sur y Cienfuegos-Gerona”, comentó.
Cienfuegos
Por su parte, en el puerto de Cienfuegos, a través del cual se manipulan un millón de toneladas de mercancías de importación, exportación y cabotaje, los problemas principales son la falta de espacio.
Su director, Marino Rodríguez, aseveró que el arribo masivo de buques y la poca disposición física del área para operar con varios al unísono, fueron la principal limitación que afrontaron en 2015.
“Entendemos la coyuntura internacional en la cual se realizan compras y el alto valor por cada flete, pero cuando se acumulan muchos barcos no podemos manipularlos. Eso constituye una pérdida para todos. No es un problema de esfuerzo, sino más bien de capacidad”, añadió.
Santiago de Cuba
El puerto santiaguero Guillermón Moncada, segundo en importancia del país, ha pasado de 35 montacargas y cuatro grúas que ostentaban en 1989, a 15 montacargas y una grúa de tierra en activo en la actualidad.
Sin embargo, existen proyectos de inversión que, aunque algo costosos, pueden facilitar el transporte desde y hacia el oriente cubano. Tal es el caso de la terminal multipropósito con financiamiento chino que comenzará a construirse a partir de 2018 en Santiago, según afirmó al periódico Mario Sierra Osorio, director adjunto de la Empresa de Servicios Portuarios del Oriente (ESPO)».
Otras limitaciones, tanto en Isla de la Juventud como en Santiago de Cuba, han devenido los horarios, de los cuales se quejan continuamente los responsables de organizar la transportación de la mercadería destinada al desarrollo local o para el consumo de la población.
“Trabajamos hasta los domingos si es necesario y en las noches también. Pero, por lo general, ni las entidades receptoras ni los frigoríficos reciben contenedores los fines de semana ni en horario nocturno. Tampoco tienen la tecnología adecuada para recibir esa carga”, apuntó en este sentido el directivo de la empresa portuaria oriental, Mario Sierra Osorio.
De la misma forma, se suma a la problemática actual de los puertos la habilitación de la actividad de contenedores de importación ante la Aduana, para lo cual los dueños tienen que presentar determinada documentación requerida.
Como asevera el reportaje, hasta que ese trámite no se complete, el puerto no puede despachar el contenedor, gestando una lentitud inconsecuente con la movilidad de las importaciones.
Imagen de: Juventud Rebelde
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