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Los materiales hallados durante el registro en la casa del asesino de Múnich, Ali Sonboly, han permitido saber que el joven estuvo planificando el ataque durante un año.
¿Terrorismo o locura? ¿Acoso? ¿Bullying? ¿Xenofobia?
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Esa es la pregunta que está intentando responderse la policía alemana, luego de que tras la rueda de prensa dada por el jefe del Departamento de Policía penal de Baviera, Robert Heimberger, se haya revelado que el atacante, llevaba cerca de un año planificando el atentando.
"Las víctimas no fueron elegidas deliberadamente", dijo Heimberger y reveló además que hacía un años, el joven estuvo internado dos meses en un hospital psiquiátrico, donde los médicos le diagnosticaron "algunas fobias sociales". ¿Estamos hablando de un resentido social?
"El sospechoso tenía fobia a comunicarse con otras personas, lo que cuadra con el retrato que esbozaron sus padres mientras aún eran capaces de contestar las preguntas de la pesquisa. Esto le ocasionaba depresiones", especificó el portavoz fiscal.
Tras las primeras imágenes divulgadas, cuando aún la escena del crimen era activa, el padre del joven se presentó en una comisaría de policía y dijo que el atacante de Munich, podría ser su hijo, Ali David Sonboly, un hecho que ayudó a su captura, comunicó la policía.
Su acto criminal arrojó la cifra de 10 muertos (incluído él, que se suicidió) y varios heridos.
Al parecer "el bullying" habría sido el leit motiv de Sonboly, para ejecutar la masacre. Durante años - reveló su padre - fue objeto de burlas por parte de sus propios compañeros de clase.
Uno de sus colegas de estudio, relató a la prensa que Sonboly solía amenazar y decir que "un día los mataría a todos".
foto: www.express.co.uk
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