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En Cuba, es evidente que el sector privado está poniendo el listón muy alto en términos de calidad, servicio y variedad, y es ahí donde el sector estatal tiene que jugar su mejor carta: los precios. Sin embargo, ello no puede desligarse de la necesaria calidad en el servicio y también del cuidado de la infraestructura de las instalaciones.
"Lugares imprescindibles de la Gastronomía Estatal, donde la calidad en la atención a los clientes, la variedad de opciones y los precios moderados marcará siempre la diferencia con otras formas de gestión económica en el sector", así finaliza un artículo reciente en un medio de prensa cubano que avisa sobre el buen número de reparaciones que se están llevando a cabo en el sector estatal de la Gastronomía en La Habana.
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Con ese fin, constructores de la Empresa de Aseguramiento al Comercio y la Gastronomía, de la Pecuaria de Bacuranao y del Grupo de la Construcción de la Administración Local, entre otras, estarían trabajando en la reparación de más de 35 cafeterias, restaurantes y pizzerías en La Habana.
Según subrayan los medios, la reparación estaría teniendo en lugar al saludo al 26 de julio (“Día de la Rebeldía Nacional”), y entre los lugares “agraciados” por el arreglo se encontraría el emblemático bar-cafetería-restaurante “La Pelota” y la cafetería 23 y 12.
La Pizzería “Buona Sera” sería otra de las instalaciones que está siendo maquillada con el fin de mejorar sus servicios: acondicionará su portal con paraguas y mesas para mayor cantidad de comensales, y respetará su antiguo diseño, lo que traerá como consecuencia la eliminación del punto de venta exterior.
En homenaje al 26 de julio, en La Habana, están recibiendo atención también unos 750 “objetos de obra” que estaban previstos en el plan económico de este 2016, según han destacado funcionarios del sector.
En estas últimas semanas se habría llevado adelante un esfuerzo decisivo de los colectivos implicados por acabarlas en tiempo.
Michel Milán ―Vicepresidente del Consejo de la Administración en la capital― ha destacado que también que hay un impacto de los servicios básicos a la población, y ha puesto como ejemplo esas 36 unidades que abrirán después de reparaciones: algunas profundas, otras solo de mantenimiento o con nuevas ofertas y servicios.
Además de los citados, otro de los sitios beneficiados ha sido “Franfuk”, la primera casa del perro caliente fundada en La Habana, que a partir de este lunes 25 de julio ampliará la oferta tradicional de variedades de hamburguesas.
La recuperación de los equipos de refrigeración y la instalación de luces en la jardinería ―a partir de energía solar― así como la ubicación de mesas y sillas en el área exterior, se estima que mejorará el servicio.
El sector gastronómico estatal hace méritos en Cuba para recuperar a una clientela que ―cada vez más y en la medida de las posibilidades del bolsillo de cada cual― va mudando su interés, a pasos agigantados, al sector privado.
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