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Para el Consejo sobre Asuntos Hemisféricos, con sede en Washington D. C., la Ley de Ajuste Cubano de 1966 (CAA) y la política de pies secos/pies mojados es una injusticia para muchos migrantes que sufren violencia y opresión de sus derechos en otras partes del mundo.
Según recogió Martí Noticias, esta institución ya se adelantó al resultado de las próximas elecciones presidenciales de EEUU y pidió al próximo gobierno que cambie una leyes migratorias que beneficia a algunos cubanos dentro de una política con buen fondo pero que se instauró en la etapa de la Guerra Fría.
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Para los investigadores Patrick Denenea y Sophie-Anne Baril la Ley de Ajuste Cubano se basó en principios legítimos en un determinado contexto, ya que las personas deben recibir asilo si sus vidas están envueltas por la miseria económica o la represión estatal.
Sin embargo a su juicio esta ley no se ha adaptado a las circunstancias actuales porque, de esta forma, solo los ciudadanos de la Isla pueden tener una promesa de asilo automático, mientras que otros migrantes lo tienen que hacer bajo condiciones más peligrosas y con mayores dificultades para ser refugiados.
Estos expertos también apuntan que las "cifras históricas" de cubanos que dejan la Isla se deben al miedo a posibles cambios en la política migratoria estadounidense, dentro del acercamiento bilateral, que limitaría su fácil acceso a este país.
La legitimidad del gobierno cubano en el deshielo
Para Denenea y Baril las leyes migratorias con la Isla también tienen un defecto que ha pasado inadvertido,y está relacionado con la legitimidad del gobierno cubano en la normalización de las relaciones, ya que apuntan es el mismo gobierno opresivo que en 1966 llevó a Cuba a ser un lugar poco apropiado para vivir.
En este sentido avisaron que "si Estados Unidos se propone tratar a Cuba como un socio diplomático en la esfera internacional, no puede seguir tratando a los ciudadanos cubanos como sobrevivientes de un régimen malvado, estancado en la época de la Guerra Fría".
"Muchos aducen que estas políticas migratorias deben permanecer intactas porque los cubanos todavía padecen violaciones de derechos humanos. Si bien esto es cierto, facilitar solamente la inmigración de los cubanos es injusto para otros ciudadanos de las Américas", denunciaron los investigadores.
La realidad es que "miles de personas sufren atrocidades contra sus derechos y también hay una persistente violencia en sus países, no sólo en Cuba", añadieron.
(Imagen de archivo).
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