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El Bogotá Audiovisual Market es un mercado de oportunidades referidas al sector audiovisual y en particular al cine, en tanto significa acuerdos para coproducciones entre países del área latinoamericana, además de prepararse una ley de promoción industrial para el cine que haga más competitiva la venta de servicios cinematográficos.
Por otra parte, en el evento se gestionó la ampliación de Retina Latina, una plataforma de cine online que ya integran seis países hispanoamericanos. Según Alejandro Cacetta, presidente del Instituto Nacional de Cine Argentino, se trata de desarrollar un plan de fomento sin limitaciones, y llevar las películas adonde las quieran ver usando todo tipo de soportes y pantallas, físicas y digitales.
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La idea dominante proviene del empeño por conectar el cine latinoamericano con la región que lo produce, pues los argentinos ven poco cine brasileño y los mexicanos conocen poco el argentino y así sucesivamente. Un país excepcional en este sentido sería Cuba.
Excepción positiva y negativa al mismo tiempo: en la Isla se conoce el cine latinoamericano por los tradicionales festivales de diciembre, y a través de una labor cultural de varias décadas en los medios de comunicación, pero la participación en iniciativas como Retina Latina, o el futuro Netflix latinoamericano es prácticamente nula debido a la indigencia de la conectividad.
El cine argentino presenta también un agresivo plan de coproducciones con otros países de América Latina como Brasil o Chile, pero en la actualidad se intenta rebasar estos acuerdos de coproducción y difusión para llegar a la esencia, que es la exhibición a través de iniciativas como INCAA TV y la plataforma Odeón, de cine argentino a demanda, o Retina Latina, que ya tiene el carácter de una especie de Netflix latinoamericano.
El Instituto de cine argentino está intentando crear una plataforma regional de exhibición de contenidos, pero la dificultad consiste en que varios países como México, o Brasil (ya hicimos alusión a que Cuba se ha quedado totalmente ajena a estas iniciativas integradoras) tienen ya sus propias plataformas exhibidoras.
Entre las peculiaridades de estas iniciativas se cuenta la capacidad para incluir, sin discriminaciones notables, cine comercial y cine de autor, y se intenta acompañar a las películas meritorias que le cuesta más trabajo encontrar a su público.
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