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La mayor fiesta de la música electrónica cubana llegará con la sexta edición de Verano en Jibacoa, en un evento que recoge el testigo del Festival Rotilla entre el 5 y 7 de agosto en la playa de Santa Cruz del Norte (Mayabeque).
Este año estarán presentes nueve Dj nacionales, entre los que destacan Lejardi y Xander Black, al mismo tiempo que géneros como el rap y el rock se combinarán en los tres espacios habilitados para recibir a las bandas participantes.
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En este sentido se darán citas bandas como Osamu, Karamba, Nube Roja, Primera Base, Revelación Urbana y En fusión.
Este festival, que contará con la presencia de empresas musicales como la Agencia Cubana del Rap y el Laboratorio Nacional de Música Electrónica, congrega a una media de 28.000 jóvenes.
"Este es un evento al que asisten muchos jóvenes, gran parte de ellos universitarios, por lo que queremos regalarles una oferta cultural lo mejor concebida posible", explicó Noel Soca, directivo provincial de Educación, Cultura y Deporte, en un encuentro con la prensa en los aledaños de Playa Jibacoa.
La mayoría del público del festival, patrocinado por la Asociación Hermanos Saíz y el Gobierno local, procede de Mayabeque, Matanzas y La Habana.
Según Soca el inicio de los conciertos tendrá lugar por la noche y se alargará durante toda la madrugada. Además se mantendrá, al igual que en la pasada edición, el alquiler de casas de campaña de hasta cuatro capacidades por "módicos precios".
La historia del festival
Verano en Jibacoa sucedió al Festival Rotilla, después que el Gobierno decidiera cerrar el popular festival de música electrónica que nació de forma independiente.
Sus creadores, organizados en la también independiente Matraka Producciones, denunciaron que el evento fue "secuestrado" por el Gobierno cubano.
El evento de Rotilla abrió sus puertas en 1998 en la playa del mismo nombre, ubicada en la actual provincia de Mayabeque. Luego se trasladó a la vecina playa de Jibacoa, pero mantuvo su nombre.
Hasta 2010 celebró cada año un maratón de tres días y tres noches de música electrónica —acompañada de espectáculos de luces, proyecciones de audiovisuales y otras manifestaciones artísticas—, al cual los jóvenes respondieron con una afluencia cada vez mayor.
Ese último año logró atraer a 20.000 participantes, pero en 2011 el ejecutivo intervino y lo sustituyó por el actual Verano en Jibacoa.
(Imagen de Norlys Pérez Padrón / Trabajadores).
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