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Lo de hacer compras por internet es algo que está tan extendido a nivel mundial, que incluso hay quienes apenas entran a una tienda o a una agencia de viajes, porque casi todo lo resuelven a base de clicks.
Sin embargo, esa realidad en Cuba es todavía lejana por la escasa conectividad y la lentitud de quienes pueden disfrutar, al menos durante algunas horas, el estar conectados.
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No obstante, existen servicios de venta online en tiendas de algunas provincias como La Habana, Mayabeque, Holguín o Camagüey.
El quid de la cosa está en que quienes compran suelen ser cubanos residentes en el extranjero que adquieren por esta vía comida, electrodomésticos o insumos varios para sus familiares en Cuba.
Ello quiere decir que la primera parte del servicio se realiza sin problemas: elección de productos y pago con tarjeta de crédito.
Sin embargo, el problema llega cuando el plazo de entrega anunciado en la web, que es de 3 a 6 días hábiles, se incumple y se demora bastante más. Los beneficiados se preocupan porque piensan que su paquete se perdió o se desvió.
Así sucede con la más famosa de las tiendas que ofrece estos servicios: la Plaza Carlos III (La Habana), famosa por grande, por surtida, y lamentablemente, también por las demoras.
"Atendemos pedidos hasta de Artemisa y Mayabeque, porque aquí tenemos productos que en las tiendas web de ellos no se ofertan", explica el gerente de la tienda web de Carlos III a Diario de Cuba, lo que acaba redundando en excusa.
Aunque los trabajadores aseguran que los pedidos suelen estar listos desde el día siguiente, el tema se complica por lo de siempre: "Tenemos un solo carro para repartir todas las órdenes", explica uno de los empleados de la tienda.
Y añade:
“Cuando se nos acumulan muchos, pedimos apoyo a la gerencia del centro comercial, pero no siempre nos lo dan".
Una funcionaria de Atención al Cliente confirma que:
"No siempre se puede reforzar el transporte de pedidos, porque los carros que usamos son los mismos para cargar mercancías que para llevar nóminas o cualquier otra gestión".
La pluriactividad y el multipropósito de los escasos recursos materiales en Cuba, conduce a la lentitud y a la falta de eficiencia; sin embargo, también cabría preguntarse si no hay además de fondo un problema de organización y de falta de optimización de recursos.
Siempre está el cliente que pasa de esperar y va a buscar su paquete personalmente. Una de usuarias, declara:
"Esto pasa porque CIMEX ha querido dar un servicio propio de países con más desarrollo, con internet, tarjetas de crédito y dueños en las tiendas que se aseguran de que el mecanismo de entrega sea eficiente".
Y añade:
"Aquí la eficiencia no le importa a nadie, mientras tengan cómo justificarse y a quién echarle la culpa".
Y es que con las entregas de compras online, volvemos al drama cubano por excelencia: pasar la pelota al otro.
En la tienda online piensan que la decisión de mejorar el transporte corresponde a la gerencia de la Plaza Carlos III, mientras que el gerente consultado eleva a su vez la responsabilidad a la dirección de la corporación CIMEX, que administra la asignación de vehículos.
A la vista queda que evadir responsabilidades es uno de los ejercicios más practicados en la Isla.
Mientras esperamos que CIMEX busque la manera de mejorar y agilizar el servicio de entregas, un truco, cuentan que cuando haya demora: "El cliente puede llamar y quejarse y se trata de priorizar”.
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