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¡Quién lo diría! Lo que no pudo hacer ni Marco Rubio, ni Ted Cruz lo acaba de hacer un héroe americano que hace 12 años cayó gloriosamente en Irak.
Bien, digámoslo correctamente y permítanme confesarme: ¡no sé quién lo ha hecho!
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Ya fuera el Partido Demócrata que inteligentemente puso de oradores a los padres de Humayun Khan, o ya fueran los propios padres; primero, el silencio firme y angustioso de esa madre ataviada con su vestimenta típica, o ese padre hablando en un inglés extranjero y diciéndole a Trump "You have sacrifice NOTHING", el hecho es que luego de que esto ocurriera, y con la condicionante de que Trump decidió errónaeamente seguir con su estrategia chancletera, sus irreverentes tuitazos en este asunto, le costaron una caída del 24% a sus posibilidades de ser presidente de los Estados Unidos en noviembre.
Trump se había metido con todos y con todo: pero no contra un héroe de guerra americano.
La gracia le ha costado cara. A Trump, señores, le pasó como a Chacumbele: él mismito se mató.
La verdad es que ya Trump tenía las suelas de sus zapatos calientes al decir que para él, John McCain no era un héroe de la guerra de Vietnam porque lo habían capturado. Pero eso fue apenas el aperitivo de lo que vino después.
Tanta tensión, tanta falta de respeto, incluso a símbolos sagrados de la nación, ha provocado un aumento notable, muy notable, de las tensiones en torno al candidato republicano. Todo, absolutamente todo, parece quebrar los cimientos del Partido Republicano.
No habían pasado dos semanas de que la cumbre de la agrupación conservadora buscara mostrar una imagen de unidad, y más o menos el mismo tiempo que el candidato presidencial le había prometido a Paul Ryan "portarse bien de ahora en adelante", y sucede esto que les cuento.
Sus comentarios contra la familia de Humayun, "generaron una ola de críticas contra él, no solo en el campo de los demócratas, sino también en las filas republicanas, desde personalidades del partido y legisladores, hasta donantes", según citaba Prensa Latina. Tanto es así que ya muchos prevén una derrota. Y apenas ha comenzado agosto, o simplemente Trump "le entró al octavo mes del año" con el pie izquierdo.
Ya no son solo los demócratas quienes le atacan. Ya ni siquiera es "sólo Ted Cruz" quien le ataca... o Mittt Rooney. No. La lista de republicanos que se está desentendiendo de Trump, aumenta cada día. Incluso se está valorando cómo sustituirlo, en caso que los escándalos continúen, y Trump desista.
Luego de la Convención Nacional Republicana en Cleveland, Ohio, Trump había tenido un despegue en ese estado y en otros como Florida, Iowa, Pensilvania y Carolina del Norte, pero sus contínuos dislates, le han ganado, por ejemplo, el rechazo del legislador republicano Richard Hanna (Nueva York), quien el martes anunció que votaría por Hillary Clinton, y no por Trump, que es el candidato de su partido.
Otra que se cansó de Trump fue Meg Whitman, directiva de Hewlett-Packard;una destacada recaudadora de fondos republicana. Ella también dijo que votaría por Hillary.
Jeb Bush, también dijo que respalda a Hillary. El ex Senador Robert Dole también.
Maria Comella, exasesora del gobernador de New Jersey, el republicano Chris Christie, dijo que también votaría por la candidata demócrata.
Sally Bradshaw, republicana, anunció que abandonaría el partido y votará por Hillary Clinton.
Pero por si esto fuera poco, Trump se apretó más la soga al cuello cuando hace apenas unas horas dijo "no sentirse listo" para apoyar a dos importantes líderes partidarios, el presidente del Congreso, Paul Ryan, y al senador por Arizona John McCain. El primero de ellos, enfrenta enfrenta unas elecciones primarias la semana que viene.
Los demócratas están de plácemes. Los 140 caracteres de Trump, les han situado a las puertas del triunfo electoral en Noviembre.
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