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Santiago de Cuba ya cuenta con varios puntos de suministro de agua purificada, a través de plantas de procedencia china, para paliar los efectos de la intensa sequía que padece el territorio.
Según informó Granma los puntos de expendio se instalaron en rutas críticas en el abasto del agua. Entre los cuatro sitios equipados con estas máquinas destaca el conocido popularmente como 'El Pocito de Micro-9' en el núcleo urbano del distrito de José Martí.
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Esta zona ya contaba con una cantera, que fue la que provocó hace décadas la aparición de los manantiales o el río subterráneo, que hasta en las más crudas sequías ha vertido volúmenes incalculables.
En este sentido la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución (CDR), María Elena Thaureaux Soler, explica los problemas que le supuso la cantidad desbocada de agua cuando recibió su apartamento en esta localidad. Era 1980 y el camión de la mudanza se atascó en el fango que invadía una calle sin pavimentar, la urbanización no impidió que las aceras continuaran inundándose.
Por su parte, el jubilado Rolando Fernández Santiago relata que la intensificación de la sequía ha llevado a muchos vecinos de Santiago de Cuba a cargar cubos y bidones para llevar ellos mismo el agua desde el manantial, hasta que en este lugar apareció una cochiquera, el lavado de carros y el baño de caballos.
"No había condiciones ni higiene, de ahí que para que la gente continuara cogiendo agua conecté cuatro llaves, y tramité a las autoridades del Partido y el gobierno en la provincia la situación reinante y mi propuesta para la mejor utilización de esta bendición de la naturaleza, que jamás se ha secado", asegura.
Esta situación fue reconducida con la limpieza mecánica del área, la instalación de un tanque de 70 metros cúbicos con su bomba y una toma de agua para la población, así como la construcción de una caseta para la planta purificadora.
"En medio del malestar que ocasiona la escasez de agua esto es un regalo para población —admite Disney Alcolea Sanamé, vecino del edificio U-314—, ya que antes tenía que hervir casi diez minutos el agua del manantial, y ahora compro la purificada para cocinar o tratar con hipoclorito la destinada a tomar, que queda muy sabrosa".
El responsable de bombeo Amado Hechavarría Medina explica que el torrente hídrico es muy superior a la demanda de agua purificada, pues de los más de 8.000 litros que puede procesar en su turno, a pesar de costar 20 centavos "cada uno solo ha vendido 840".
A día de hoy la inversión todavía permanece subutilizada, pero en la medida en que la población vaya adaptándose a las ventajas del agua purificada, el Pocito de Micro-9 se puede convertir en un recurso de gran utilidad.
(Imagen de archivo).
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