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El escenario que se presenta en la ceremonia de inauguración de Río 2016 estará marcado por la austeridad y la tolerancia en medio de una situación política, social y económica de las peores que se recuerdan en el país carioca.
El presidente brasileño interino Michel Temer dará la salida oficial a la cita olímpica en el histórico estadio de Maracaná, pero a su lado apenas habrán 45 mandatarios, según reportó AFP.
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La fiesta de luz y color del certamen olímpico dejará en el baúl de los recuerdos los lujos y las extravagancias, porque el país sudamericano anda inmerso en unos problemas económicos sin precedentes. La estabilidad política tampoco atraviesa su mejor momento con la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff, que está a la espera de saber si el Senado la destituye por presunta manipulación de las cuentas públicas.
Para capear el temporal los organizadores recuerdan que lo importante es situar los focos en los deportistas. "Las ceremonias olímpicas quedan en la memoria colectiva, pero no se recuerda quién era el presidente (del gobierno) de España en Barcelona-92 o en Atlanta-96. Te acuerdas del espectáculo, de Mohamed Ali con la mano temblorosa al encender el pebetero o del arquero que lanzó la flecha en Barcelona", argumentó el productor ejecutivo del evento, Marco Balich.
La esperanza para los dirigentes brasileños pasa porque el deporte supere todos los obstáculos y conquiste a los descreídos, a pesar de que la sociedad brasileña acoge a la contra esta cita.
"El mensaje que debe quedar es la importancia de la tolerancia. El mundo está actualmente muy tenso, con la situación política en Brasil, en Estados Unidos con (Donald) Trump, Gran Bretaña si sale o no sale de la Unión Europea”, explicó a AFP el cineasta Fernando Meirelles, uno de los organizadores de la ceremonia.
Para evitar masificaciones y problemas mayores el alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, solicitó a los cariocas que "se queden en casa o cerca de casa".
El ritmo correrá a cargo de Gilberto Gil, Caetano Veloso y Elza Soares
Los cantantes Gilberto Gil, Caetano Veloso y Elza Soares serán los encargados de poner el ritmo y la música en una ceremonia que durará cuatro horas y cuya audiencia puede llegar a unos 3.000 millones de personas.
El desfile estará formado por más de 10.000 deportistas de 206 países diferentes, entre los que debutan Kosovo y Sudán del Sur, que tratarán de culminar el sueño olímpico con una medalla desde hoy hasta el 21 de agosto.
Le corresponderá a Pelé encender el pebetero, en un acto que le permitirá revivir la gloria alcanzada en Maracaná con la 'seleçao'.
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