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Jerusalén, 7 ago (EFE).- La ministra israelí de Deporte, Miri Reguev, acusó a los atletas olímpicos de Líbano de "racismo" y "antisemitismo" tras negarse a viajar en el mismo autobús que sus homólogos israelíes.
El hecho sucedió en la previa de la inauguración de los Juegos de Río de Janeiro 2016 y, según medios israelíes, el pasado viernes los atletas libaneses impidieron a la delegación de Israel subir al autobús que les debía conducir hasta la ceremonia inaugural de los Juegos.
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La versión fue confirmada, a través de las redes sociales, por un entrenador israelí que fue testigo de la tensa escena.
"Seguí insistiendo en que abordáramos el autobús y dije que si los libaneses no querían, eran bienvenidos a marcharse", escribió Udi Gal, entrenador del equipo de vela israelí en su perfil de Facebook al describir el encontronazo.
"El conductor del autobús abrió la puerta, pero en esa ocasión el representante de la delegación libanesa bloqueó la entrada. Los organizadores querían evitar un incidente internacional y físico y nos enviaron a otro autobús", añadió Gal, que tachó el hecho de "vergonzoso".
A raíz del suceso, Reguev exhortó al Comité Olímpico Internacional a que condenara la conducta de la delegación libanesa.
"Estoy enfurecida con el incidente. Se trata pura y llanamente de antisemitismo, el peor tipo de racismo", declaró hoy la ministra a la radio pública israelí.
"El Comité Olímpico (Internacional), que defiende la separación de la política y el deporte, debe condenar esto de manera vehemente y trabajar para garantizar que comportamientos semejantes no se vuelven a repetir", añadió.
Hasta el momento, no ha habido una respuesta oficial sobre lo ocurrido por las delegaciones de los dos países involucrados, como tampoco por parte del Comité Olímpico organizador.
Reguev avanzó que elevará la cuestión en un encuentro con representantes de los países participantes en Río 2016 en la mañana del domingo, "con la intención de obtener una condena oficial".
Por su parte, el jefe de la delegación de Líbano en los Juegos, Salim Haj Nacula, aseguró que "los israelíes estaban buscando problemas", y defendió que tenía derecho a impedir que los atletas de otro país subieran a un autobús reservado para ellos, según consignaron medios locales.
"Había más de 250 autobuses designados para transportar a las delegaciones desde la villa olímpica hasta la ceremonia. Después de que subiéramos al número 22, destinado a la delegación libanesa, me sorprendió ver que la delegación israelí se acercaba y trataba de subirse", añadió.
Haj Nacula reconoció que le dijo al conductor del vehículo que cerrara la puerta.
"Pero un entrenador que iba con los israelíes lo impidió y tuve que permanecer físicamente en la puerta y bloquearle así como al resto de la delegación para que no abordaran, sabiendo que algunos trataron de meterse por la fuerza y buscaban problemas", describió.
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