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El desbordamiento que ha provocado la llegada de cientos de cubanos, haitianos, así como ciudadanos africanos y asiáticos ha llevado al gobierno de Nicaragua a intensificar los controles aéreos, marítimos y terrestres con el fin de evitar delitos de narcotráfico, tráfico de personas o de armas.
Según informó el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado, recogido por el diario La Nación de Costa Rica, el "crecimiento sin precedentes de los movimientos migratorios en la región" han llevado a "coordinar esfuerzos" para garantizar que se lleven a cabo de forma "ordenada y segura".
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"Ante las amenazas del crimen organizado y todos los peligros antes señalados estamos trabajando para organizar ese tránsito, protegiendo la integridad física y la vida de las familias y comunidades", añadió el comunicado.
La comunicación por parte del ejecutivo dirigido por Daniel Ortega se llevó a cabo después que, al menos, 10 migrantes, de presunto origen africano, murieran ahogados en el Lago de Nicaragua mientras transitaban por el país en ruta hacia Estados Unidos.
Cientos de africanos retenidos en las fronteras de Costa Rica
La realidad actual es que cientos de africanos y haitianos están varados en las fronteras de Costa Rica, ya que Nicaragua tomó la decisión en noviembre de 2015 de cerrar sus pasos fronterizos, lo que dejó atrapados a casi 8.000 inmigrantes en suelo tico.
Este hecho llevó al gobierno costarricense a alcanzar un acuerdo con México para llevar hasta el límite fronterizo méxico-estadounidense a unos 4.300 cubanos que buscaban a acogerse a la Ley de Ajuste de Cubano. El resto siguieron su periplo poniéndose en manos de traficantes de personas.
De la misma manera, Panamá entabló negociaciones con el país azteca para poner en marcha un puente aéreo destinado a sacar primero a 1.300 cubanos y más tarde a 3.500, los cuales quedaron atrapados cuando Costa Rica cerró sus fronteras.
Costa Rica celebra con cautela la postura de Nicaragua
Según la citada publicación la nueva postura de Nicaragua ha sido bien recibido en el ejecutivo de Costa Rica. En este sentido el canciller Manuel González celebró este cambio pero mostró sus dudas por la falta de detalles.
"No puede interpretarse que vayan a abrir sus fronteras y que vayan a permitir el paso de esas personas que se han acumulado en Costa Rica y que continúan acumulándose porque vienen caminando desde el sur", aseguró.
"Es la primera vez en nueve meses que Nicaragua se expresa oficialmente sobre un problema que toda la región ha evidenciado, visibilizado y denunciado no solamente con la migración de cubanos, sino también de lo que se conoce como extracontinentales, fundamentalmente africanos y asiáticos, que cada vez vemos que no son tan africanos, sino más bien que son más haitianos", explicó González.
(Imagen de La Nación).
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