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Muchos cubanos, incluso médicos eminentes piensan como yo, si algún día tengo algún problema en el corazón y me dicen que debo operarme no lo dudo mucho y me voy a atender al Cardiocentro "Comandante Ché Guevara", de Villa Clara.
Esta es una prestigiosa institución con reconocimiento internacional que tiene 30 años de fundada, en estos años de existencia se han realizado allí más de 9.000 las operaciones realizadas con la mayor supervivencia del país, superior al 95%. En sus inicios el centro desarrolló la cirugía valvular y algunas operaciones de malformaciones congénitas en adultos, posteriormente desarrollaron los servicios de Hemodinámica y la Cardiología Intervencionista.
La electrofisiología y la cirugía coronaria se incorporaron posteriormente así como la cirugía pediátrica. Bajo la dirección del doctor Raúl Dueñas el centro ha sabido ganarse la consideración y el respeto de los miles de pacientes y familiares que durante estos años han acudido a atenderse en sus instalaciones.
Nombres como el doctor Álvaro Lagomasino (Lago), el Moro, Monteagudo, Roger, Gustavito, Roberto, Chuchi, Javier, Rosendo, en fin todos, son nombres familiares para los que allí se atienden.
Para demostrar que esta institución no se ha detenido en el avance científico y que sigue incrementando las modalidades terapéuticas que brinda a sus pacientes se ha incorporado recientemente el tratamiento de la angina refractaria con la tecnología Cardiospec, en la que se aplican ondas de choque ultrasónicas de baja intensidad, que se aplica por vez primera en el país.
La angina de pecho, que produce dolor torácico, falta de aire e invalidez cardiovascular mejora al aplicar este tratamiento que es complementario al medicamentoso, pero produce reducción de la utilización de medicamentos y llega hasta eliminar el uso de la nitroglicerina.
El tratamiento no requiere anestesia ni hospitalización y se aplica en pacientes en los que es imposible operar o realizarles cardiología intervencionista.
En la actualidad se ha aplicado en 19 pacientes que experimentaron una mejoría ostensible, el 94,7 por ciento de los tratados mejoró la función cardiaca, y casi el 70 por ciento no ha tenido que tomar más la nitroglicerina, medicamento empleado para aliviar el dolor en el pecho.
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