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La maquinaria de la Aduana General de la República de Cuba sigue a máximo rendimiento y su ritmo de confiscaciones no se detiene ya que en el primer semestre de 2016 se incautaron más de 244.000 kilos en diferentes mercancías.
Según un informe, recogido por Diario de Cuba, que la institución ha presentado al parlamento de la Isla se incautaron hasta 548.636 unidades, gran parte de las cuales relacionadas con "infracciones de carácter comercial".
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"Yo siempre trato de variar la mercancía para cumplir con las cantidades de la ley, pero eso es imposible. Hay dos opciones, que te decomisen, y otra gente termine disfrutando lo que compraste, o que, con tanta corrupción que hay en la Aduana, te encuentres uno que pida dinero y te deje pasar", denuncia uno de los viajeros.
Este testimonio no representa un hecho aislado, sino que es la realidad a la que se enfrentan muchas de las personas que regresan a Cuba tras un viaje o que aterrizan en el país caribeño procedentes de Estados Unidos.
Las cifras corroboran lo difícil que es salir de un aeropuerto cubano con el equipaje intacto. Según el citada informe, las autoridades aduaneras registraron 5.587 infracciones por viajeros y 1.291 en equipaje no acompañado.
¿Y cuándo se cometen estas irregularidades de carácter comercial?. Pues cuando una persona superar los estrictos límites para las importaciones impuestos por la Aduana en el 2014, intentando restringir "la entrada de mercancía de alta demanda en el mercado informal".
Los cubanos que más sufren el rigor de la Aduana son aquellos que viajan a Rusia, Ecuador o a todos aquellos países que no piden visa, los cuales son elegidos para comprar mercancía que posteriormente se vende en la mayor de las Antillas.
Exhaustivos controles para los ciudadanos cubanoamericanos
Aunque los controles son una constante en el día a día de los aeropuertos cubanos, no todos los pasajeros la sufren con la misma crudeza.
Así lo atestigua una cubana, que reside durante décadas en territorio estadounidense. "Mira, yo me sé bien el libro ese de la Aduana para que esos abusadores no quieran hacerme un cuento. Pero claro, lo que no pierdo de dinero lo pierdo en tiempo, hasta que desisten. Ah, esto es con los cubanoamericanos, porque con los que vienen de turistas no se atreven", alerta.
La solución en muchos casos pasa por 'recompensar' a los aduaneros. "Ellos lo tienen todo pensado. Te retienen el equipaje, aunque saben que todo está bien; se demoran revisando los documentos. Saben que uno está desesperado por llegar y ver a la familia. Cuando te tienen bien estresado, te chantajean: 'No te preocupes, que si me das algo te ayudo'. Puede ser lo mismo dinero que algo de lo que traes", explica Alina a Diario de Cuba.
La censura al material intelectual
Pero además del control de equipajes, la Aduana General de Cuba también cumple una función de censura ideológica. Según la citada publicación, un diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular reportó que el informe aduanero confirmó un "aumento de la literatura con contenido subversivo y de carácter contrarrevolucionario".
Los principales artículos incautados son folletos y revistas. "Según nos explicaron, intensificar el trabajo en esa línea de enfrentamiento es una de las principales misiones de la Aduana en estos momentos", avisó el diputado.
Esta realidad ya quedó confirmada con la denuncia del rapero Soandry del Río, que describió cómo las autoridades aduaneras trataron de registrar el contenido de ordenador personal al aterrizar en Cuba.
(Imagen de Cartasdesdecuba.com)
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