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Brigadas especiales con perros y otras fuerzas policiales, tanto de tránsito como de orden público, cubrían en la madrugada de ayer toda la concurrida calle 23 desde Malecón hasta la Avenida de Los Presidentes, en un insólito despliegue para controlar el flujo de personas que salían de los carnavales.
Casi una decena de oficiales armados y con perros se ubicaba tan solo en la zona de la conocida heladería Coppelia para cercar la ruta de ómnibus (P4, P9, 222) que allí tiene una de sus paradas rumbo a municipios periféricos como La Lisa y Marianao.
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“Los perros son para proteger a la gente”, comentó a CiberCuba un agente de la policía que se encontraba supervisando el arribo al P9 de una turba de personas provenientes del malecón habanero y La Piragua, zonas donde tiene lugar el carnaval.
“A esta hora sube para acá arriba (el Vedado) todo tipo gente, borrachos y personas violentas que cometen indisciplinas sociales, por eso están aquí los perros. Hasta ahora no ha pasado nada malo”, acotó.
Desde el cruce de 23 y la calle L hasta la Avenida de Los Presidentes (calle G) se encontraban además brigadas de Supervisión y fuerzas especiales que se trasladaban en jeeps y patrullas regulares de la PNR.
Los agentes del orden cerraron la avenida y acordonaron cada ómnibus de refuerzo en las paradas previamente establecidas con el fin de agilizar el transporte de personas hacia sus respectivos municipios sin actos de indisciplina.
Lo anterior, no obstante, obstaculizó el flujo de otros medios de transporte como los taxis y almendrones (con tarifa de hasta 10 pesos en moneda nacional), alternativa para aquel que prefiere evitar el tumulto de las guaguas.
Los taxis rumbo a La Lisa se desviaron de su habitual ruta por 23 y la retomaron en la calle Línea, donde cobraban hasta 1 CUC por persona a sabiendas de las penalizaciones que ello conlleva.
Aunque los festejos del carnaval habanero se programaron para los días 7, 8 y 9; y 14, 15 y 16 de agosto (con algunas actividades relacionadas para los días 13 y 30, además del Carnaval Infantil para el último domingo del mes) algunos escenarios y carrozas continúan montadas e iluminadas, y en la conocida Piragua se sigue proyectando música popular bailable durante la noche de los fines de semana.
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