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Por estos días atrae la atención del visitante a La Habana, en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, la expo Ardid para engañar al tiempo, un homenaje a través de 48 obras seleccionadas, al Centenario de la Asociación de Pintores y Escultores y de los Salones de Bellas Artes.
La Asociación de Pintores y Escultores fue la contribución más relevante de la generación del cambio de Siglo XIX al XX para renovar el campo de la cultura en lo relativo a las artes visuales, y por tanto Ardid para engañar el tiempo, reúne obras creadas en ese momento, premiadas en los Salones de Bellas Artes, y creadas por artistas establecidos en aquellos años como Leopoldo Romañanch y Esteban Valderrama (Muerte de Martí, aparece en la foto).
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Aparecen piezas iniciales de Amelia Peláez, Víctor Manuel y Carlos Enríquez, quienes luego integrarían las vanguardias del siglo veinte. Las obras fueron escogidas entre las 90 piezas de la colección, e intentan establecer una reflexión acerca del contexto creativo de inicios del siglo pasado, de ahí el título de Ardid para engañar al tiempo.
La Asociación dinamizó el movimiento artístico de la época al movilizar a los agentes implicados en la producción y distribución de la creación artística, y contribuyó de esta manera al establecimiento en Cuba de modernas tendencias pictóricas. El promotor inicial de la Asociación, don Federico Edelmann y Pintó, logró que más de una década de la historia del arte cubano se deba escribir a través de la leyenda de este magno proyecto cultural.
Con curaduría de Delia María López, la muestra apela al centenario de la Asociación de Pintores y Escultores, creada en 1916, y que contribuyó a imponer en la educación, exhibición, comercialización, crítica y coleccionismo de Cuba la renovación proveniente del impresionismo y el postimpresionismo, en tanto manifestaciones inherentes a las vanguardias y al arte moderno.
Inaugurada el 8 de julio, y abierta al público hasta el 12 de septiembre próximo, Ardid para engañar al tiempo rinde homenaje a la Asociación reconocida como la plataforma de lanzamiento del arte nuevo en Cuba, en tanto agrupó, sin mirar tendencias estéticas, a todos los artistas cubanos asentados en la Isla.
(En la foto: Muerte de Martí, de Esteban Valderrama)
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