Concebido al modo de espacio citadino de línea modernista en el sentido de la forma, con tres pórticos esculturales, más que simples arcadas, el Parque de los Tiempos se inspira en la obra del prestigioso pintor Cosme Proenza, y al mismo tiempo representa las etapas en que la humanidad ha dividido la historia: pasado, presente y futuro.
El nuevo parque cobró vida en un terreno yermo en el que, además del valor utilitario, ahora impera un referente visual de alta expresión artística, en un entorno urbano antes desfavorecido arquitectónicamente desde el punto de vista estético.
Inicialmente el Parque constaba de una escultura central que representaba al Dios de la Lluvia, que tenía como referente la serie pictórica Los Dioses Escuchan, pero Cosme decidió posteriormente eliminar la efigie, de la cual se ramifican tres pequeñas fontanas que sí se mantienen en el proyecto actual.
Las fuentes representan unas trompetas de líneas curvas, pues según el artista lo curvilíneo aparece en el trazado de los paseos y los bancos dentro de un concepto que refuerza la sensualidad, lo envolvente y suave. Silvio Pérez Carralero, el escultor que trabajó en el Parque de los Tiempos junto a Julio César Sánchez, afirmó que el centro visual fue sustituido por una fuente en forma de elipse abierta, con bancos en ambos lados de sus extremos interiores.
El Parque fue construido mediante la técnica de cemento directo, sobre una estructura de acero y malla metálica a la cual se le aplican diferentes capas de mortero hasta llegar al resultado final. La labor de convertir en esculturas y arquitectura la obra pictórica de Cosme Proenza ha sido supervisada por el artista, desde el maquetado tridimensional inicial hasta la vegetación, entre los que se destacan los tres sauces plantados a solicitud del pintor.
El proyecto del Parque de los Tiempos lo inició Cosme hace aproximadamente ocho años, y cubre un antiguo terreno baldío delimitado por las calles Arias, Frexes, Carbó y la Avenida Lenin.
Los accesos al parque estarían realizados con zeolita, pero las irregularidades en su fabricación llevó a Cosme a presentar como solución un material mucho más accesible: “Alguna gente me pregunta, `¿por qué gravilla?´. Bueno, porque sí, porque si el Palacio de Versalles tiene gravilla delante, porqué mi parque en Holguín no va a tener un poquito”.
El arquitecto Carlos Enrique Rodríguez Font, especialista de Obras por Encargo del Fondo Cubano de Bienes Culturales fue elegido por Cosme para diseñar el Café de los Tiempos, como elemento de continuidad del parque. La cafetería ocupa el inmueble donde se encontraba el restaurante Guantánamo y será administrada por la Egrem. Conocida como la Ciudad de los Parques, Holguín cuenta con un nuevo espacio para la recreación y el paseo.
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