La empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), generadora del 95% de las divisas que ingresan a ese país suramericano, enfrenta hoy más de $7,500 millones en vencimientos de deuda entre octubre de este año y noviembre del 2017, lo cual podría agudizar la situación de escases que se vive en la nación bolivariana.
Según un reporte del diario Nuevo Herald, el gobierno de Caracas prevé poder cambiar los bonos que están por vencerse el próximo año, por otros nuevos con fechas posteriores de vencimiento. Pero expertos consultados por el medio dudan sobre la capacidad de la entidad petrolera para reestructurar sus deudas, en momentos en que los papeles venezolanos ya se cotizan con un descuento mayor al 30%.
“La carga financiera luce demasiado pesada para PDVSA, eso hace que la empresa tenga menos dólares para entregar al gobierno, y como ya se comieron las reservas de oro, van a estar mucho más limitados para aportar el efectivo que se necesita para las importaciones”, advirtió Antonio De La Cruz desde Washington.
De igual forma, el economista Orlando Ochoa afirma que “el tema con Maduro es que se está lidiando con un gobierno que tiene una pésima política económica, con un proceso de hiperinflación, con una población que vive cada vez más bajo condiciones de una explosión social y por lo tanto el factor riesgo exige el pago de una tasa de interés excesivamente alta”, manifestó.
En recientes declaraciones, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, afirmó que el régimen está aportando menos del 10 por ciento de los dólares necesarios para importar los alimentos y los insumos que requiere el país.
De acuerdo con otro especialista en economía, Alexander Guerrero, PDVSA tiene graves problemas porque tiene acusaciones de lavado de dinero, con varias investigaciones que están limitado su acceso a la banca internacional.
Otro elemento que incrementa la percepción de riesgo son los problemas por falta de pago que ha estado registrando la empresa estatal, destaca la publicación. La empresa ha dejado de pagar a las compañías que brindan servicios de mantenimiento, lo que se ha traducido en una significativa caída en los niveles de producción del país.
Según el socio gerente de Latinvest Group, Rusell Dallen, PDVSA ha registrado problemas en cancelar las facturas del petróleo liviano que importa para mezclarlo y mejorar el crudo extrapesado que produce en el país.
La situación ha llegado hasta el extremo que PDVSA se está viendo obligada a pagar por adelantado esos envíos, anota el Herald.
“Antes, el pago debía hacerse a la entrega, pero PDVSA no pagaba y el resultado de eso era que los tanqueros quedaban varados frente a la costa de Venezuela esperando semanas y semanas hasta que hicieran el pago. Ahora ya nadie se atreve trabajar así con Venezuela y le exigen que pague por adelantado porque su crédito no es bueno”, dijo Dallen.
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