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En un espacio de debate público con artistas e intelectuales, el Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, calificó de “vulgarización” la práctica de la apropiación libre y desmedida de los símbolos patrios de Cuba con fines mercantiles.
“Cómo voy a pensar que es la misma bandera que reverencian los niños en las escuelas, que cubre el féretro de un intelectual o un soldado, que el deportista levanta cuando alcanza para su patria y su familia un gran logro”, explicó Leal durante el espacio de verano “Encuentro con…”, en el Salón de Mayo del capitalino Pabellón Cuba.
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Para el célebre historiador, arduo defensor de las virtudes patrimoniales de La Habana colonial, la tendencia a reutilizar de forma excesiva los símbolos patrios como la bandera en artículos comercializables (algo que inunda el Casco Histórico), es una práctica de países industrializados.
“No estoy de acuerdo con que la bandera cubana sea un delantal”, recalcó indignado por uno de los ejemplares que –sin ir más lejos- se oferta al turista desde el mismo aeropuerto en la isla. “No podemos imitar lo que está mal hecho (…) Por esa vulgarización comienza un deterioro de los valores”, acotó.
Puntos de ventas, tanto estatales como particulares, ofrecen habitualmente a lo largo del país todo tipo de parafernalia artesanal que alude o se basa explícitamente en el diseño de la bandera nacional. Imanes, sombreros, pareos, agarraderas y otros “trapos” de cocina son ampliamente comercializados con la enseña, siendo la zona patrimonial turística de La Habana uno de los lugares que más incurre en ello.
“Cuando hablamos del patrimonio, sea material o intangible, mientras se es más conservador se es más vanguardista. Es en lo único. Hay que tratar de preservar”, subrayó Leal Spengler, entrevistado por otra conocida especialista de la Oficina del Historiador de la ciudad, Magda Resik.
Para Leal “la cubanía es un sentimiento que puede sentirse en cualquier ángulo de la tierra donde uno enfoca el lar patrio, el lugar donde nació. Una cosa es nuestro país, una tierra, una isla. Lo segundo es el concepto Patria, un poema por el cual tanto se luchó; y lo tercero, una nación, el estado de derecho, los símbolos nacionales, la vida en común, respetándole a cada cual su espacio pero unidos por una convención, un sentimiento de ser una nación”, expresó.
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