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El novelista cubano Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias 2015, se refirió a un proceso de “normalización” por el que atraviesa Cuba actualmente que calificó como algo “bueno y malo”, causante de evidenciar y perfilar aún más, por una parte, la brecha latente entre las clases sociales en la isla.
“Hacia adentro de la sociedad cubana hay un proceso de normalización que creo es bueno y es malo. El tejido social cubano, que era tan homogéneo, empieza a dilatarse y comienzan a aparecer sectores sociales más privilegiados y otros con menos posibilidades económicas”, dijo el escritor en entrevista a BBC Mundo.
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El autor de “El hombre que amaba a los perros”, abordó entre otros temas relacionados con la cubanía y la isla como referente universal, el éxodo de jóvenes profesionales y preparados, algo que relacionó con la problemática salarial dentro de Cuba.
“Una vez me criticaron muchísimo por decir que yo quería que Cuba fuera un país normal, donde la gente pudiera vivir de su salario, como se supone debe ser”, recordó. Pero para Padura, existe además un problema “muy alarmante que es la emigración de jóvenes preparados, lo que está significando una pérdida de un valor importante que tiene Cuba y que pudiera ayudar a la normalización futura del país”.
“En Cuba lo normal y lo anormal están combatiendo, buscando un espacio y espero que alguna vez sea un país con las anormalidades favorables y las normalidades favorables también”, acotó.
A la interrogante de cómo puede trascender (Cuba) en el mundo si existe un analfabetismo digital y no es prioridad del gobierno que la población tenga acceso ilimitado a internet, el también Premio Nacional de Literatura 2012 argumentó:
“Es un punto especialmente álgido y su solución ha demorado demasiado. No se puede aspirar a tener una población culta y ser competitivo sin una sociedad informatizada.”
Sobre los cubanos y la “cubanidad”, Padura acotó: “Los cubanos nos creemos especiales y ese orgullo de la cubanidad y la pertenencia lo he sentido mucho en Miami, donde muchos cubanos se sienten superiores, no solo por los claros privilegios migratorios que ofrece la Ley de Ajuste Cubano con respecto al resto de los latinoamericanos o por su éxito económico, sino precisamente por ser cubanos y también por las claras ventajas educativas y culturales que hacen que hayamos tenido otras posibilidades, en Cuba y en la diáspora o exilio.”
¿Seguirá Cuba siendo relevante después de Fidel y de la revolución, si es que llega ese segundo momento?, le pregunta BBC.
Hacer previsiones de futuro es muy complicado, sostiene Padura. “Yo pienso que en la coyuntura que sea Cuba es capaz de tener una proyección internacional por diversas razones, ya sea como un país interesante para los turistas o inversores, para los artistas o para los políticos”
“En cualquier caso creo que hay la suficiente profundidad histórica, cultural y social para que Cuba sea visible e importante”, explica.
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