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El expresidente de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero volvió a reunirse este sábado con el dirigente venezolano Nicolás Maduro en un encuentro destinado a alcanzar un consenso político en el país latinoamericano.
La realidad es que las visitas de Zapatero al país chavista generan controversia, ya que el proceso de diálogo ha sido idea de Maduro, lo que genera recelos entre los opositores del país.
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De hecho, según reportó EFE, el disidente Henrique Capriles no recibió de buen grado que el ex mandatario español llegara a Venezuela en la víspera de la "Toma de Caracas", donde se produjo una concentración para exigir la convocatorio del proceso revocatorio del presidente de Venezuela.
El sentir de Capriles contrasta con las voces que han agradecido la mediación del político para resolver la liberación de los presos políticos del país. Este es el caso del diputado disidente Timoteo Zambrano, que defendió el papel del ex líder socialista en la puesta en libertad de Gabriel San Miguel, dirigente del partido Voluntad Popular (VP).
En la misma línea se expresó el secretario ejecutivo de la alianza opositora de Venezuela Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, que valoró como un "gesto positivo" la liberación de San Miguel y elogió la labor mediadora, a pesar de que todavía quedan muchos pasos por dar en Venezuela.
Rodríguez Zapatero encabeza una comisión internacional para impulsar el diálogo en Venezuela promovido por Maduro y auspiciado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
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